Un equipo internacional de científicos descubrió partículas de un material proveniente de fuera de nuestro Sistema Solar en nieve de la Antártida.
Al examinar alrededor de 500 kilogramos de nieve no mayor a 20 años, recolectada cerca de la estación científica alemana de Kohnen, el equipo de científicos dirigido por Dominik Koll de la Universidad Técnica de Munich (TUM), descubrió que contenía átomos de hierro-60, un isótopo que no tiene fuentes terrestres naturales y solo se origina como resultado de supernovas o como residuo de explosiones de armas nucleares.
Por lo tanto, Koll supone que el hierro 60 en la nieve antártica se origina en el vecindario interestelar, por ejemplo, a partir de una acumulación de nubes de gas en las que se encuentra actualmente nuestro sistema solar.
«Al descartar fuentes terrestres y cosmogénicas, concluimos que hemos encontrado, por primera vez, hierro-60 reciente con origen interestelar en la Antártida», dijeron los investigadores.
¿Cómo llegó el polvo hasta la Antártida?
El equipo de investigadores ha demostrado previamente que una supernova cercana depositó hierro-60 en el sistema solar en los últimos 1,5 millones a 3 millones de años, explicó el autor del estudio Thomas Faestermann de TU Munich. Si este polvo rico en hierro 60 sigue lloviendo sobre la Tierra, entonces podríamos pasar a través de una nube de polvo que queda de esta supernova.
Lo que hace que esta investigación sea potencialmente muy impactante es la percepción que podemos obtener de las nubes interestelares y su enriquecimiento a partir de supernovas.
Los investigadores piensan que el hierro radiactivo 60 de las explosiones estelares debería ser atrapado como partículas de polvo en la nube interestelar local. Se cree que el Sistema Solar cruzó hacia la nube hace aproximadamente 40,000 a 50,000 años, y que podríamos haberlo dejado hace unos 3,000 años, y en ese tiempo, el material se ha derramado en la Tierra como polvo.
Polvo alienígena en la Tierra
La primera evidencia de la aparición de hierro-60 en la Tierra fue descubierta en depósitos de aguas profundas por un equipo de investigación de TUM hace 20 años.
Según los investigadores, «la Tierra es constantemente bombardeada con polvo extraterrestre que contiene información valiosa sobre los procesos» que tienen lugar fuera de nuestro planeta.
La cantidad de polvo cósmico que llega a la Tierra cada año oscila entre varios miles y diez mil toneladas. La mayoría de las partículas diminutas provienen de asteroides o cometas dentro de nuestro sistema solar. Sin embargo, un pequeño porcentaje proviene de estrellas distantes.
Investigar los núcleos de hielo a lo largo de este período de tiempo y comparar la abundancia de hierro 60 desde el momento en que ingresamos a la nube con la muestra actual podría proporcionar nueva información sobre la estructura e incluso el origen de las nubes de polvo interestelar que rayan a través de la Vía Láctea.
Con todo esto, podemos concluir que la Antártida es más que un desierto helado. Podría estar ocultando una historia secreta de supernovas antiguas (y tal vez otras cosas más)…
El estudio fue publicado en la revista Physical Review Letters.