Enoquiano: se dice que es el lenguaje de los ángeles y que lo conoció Enoc al hablar con ellos. Fue redescubierto en el siglo 16.
En 1581 se dio un contacto con seres de otra dimensión: los esoteristas John Dee y Edward Kelley lograron comunicarse con ángeles a través de un cristal. Los ángeles les describieron su lenguaje, que incluía su propio alfabeto y gramática. Fue llamado «Enoquiano», ya que Enoc había sido el último humano en haberlo conocido, cuando habló con los Vigilantes o ángeles caídos.
Dr. John Dee (1527-1609) fue un matemático, astrónomo, astrólogo y ocultista de Inglaterra. Fue asesor científico de la reina Elizabeth I pero más adelante se dedicó al esoterismo. En el Libro de Enoc, Dee identificó una práctica mágica realizada por Enoc.
Lenguaje Enoquiano y el contacto con ángeles en el siglo 16
Enoc poseía muchos conocimientos místicos y fue llevado directamente al cielo por el Dios Yahvé, sin experimentar la muerte… Hebreos 11:5 dice: «Por la fe Enoc fue trasladado al cielo para que no viera muerte».
Desde 1581 a 1585, John Dee realizó diversos rituales mágicos, escribiendo sus experiencias en cuadernos o diarios. Ya en 1582, el clarividente Edward Kelly colaboró con él y comenzó a comunicarse con los ángeles. Los ángeles aparecían en un cristal frente a Kelly y se comunicaban en enoquiano, usando una tabla de cuadros llenos de letras o vacíos. Los ángeles señalaban los cuadros con varillas y así enunciaban mensajes.
Para este tipo de comunicación esotérica, Dee y Kelly usaban un espejo de obsidiana negro y una bola de cristal. Dee realizaba rezos a Yahvé y los arcángeles. Estos rezos le tomaban desde 15 minutos hasta una hora. Luego esperaban que los ángeles usaran la tabla.
Alfabeto enoquiano y claves mágicas
El alfabeto de este lenguaje perdido es parecido al hebreo o árabe y su sonido es parecido al sánscrito, griego o árabe. Los ángeles dictaban mensajes al revés porque comunicarse directamente era peligroso (debido a un poder espiritual potente de esas entidades).
Entre los seres contactados aparecen nombres como Anael, Uriel, Miguel, Salamian y Rafael. El material enoquiano recibido y escrito por John Dee incluye:
- 19 invocaciones (Llamadas o Claves)
- Traducciones de las Llamadas
- El alfabeto enoquiano de 21 letras
- Más de 100 grandes cuadrados, cada uno dividido en cuadrados más pequeños (2.401 en número), que contienen letras
- Instrucciones para usar los cuadrados junto con los Llamados
- Enseñanzas esotéricas
Los seres angélicos les dijeron que la magia puede otorgar poderes sobrehumanos, que se puede usar para cambiar el sistema político de Europa en esa época del Renacimiento y también para presagiar la llegada del Apocalipsis.
Importante para el esoterismo contemporáneo
Este lenguaje perdido es polémico entre lingüistas y esoteristas por igual. De acuerdo a Donald Laycock, la sintaxis de las Llamadas Enoquianas son casi idénticas al inglés y la fonética de los textos parece haber sido producto de la glosolalia o hablar en lenguas.
Muchos magos u ocultistas lo consideran un lenguaje perdido muy importante, quizá el más importante de todos, porque habría sido el primer lenguaje de la historia, siendo hablado por Adán y Eva en el Jardín del Edén (también sería el idioma de la Atlántida).
Según la Aurora Dorada, las 18 claves inferiores sí son capaces de invocar ángeles y la clave 19 es capaz de invocar uno de los 30 éteres para entrar a una consciencia superior. Aleister Crowley por su parte dijo que las Llamadas Enoquianas funcionan de manera óptima y fácil (hasta para practicantes principiantes).
A pesar de cierta polémica sobre este lenguaje perdido, los alquimistas John Dee y Edward Kelley desarrollaron textos significativos para la historia y la mitología. Además, todavía son importantes para otros esoteristas, así que podría ser un lenguaje angélico verídico.
Referencias:
- Occult World
- Libro: Mysteriorum Liber Primus (Primer Libro de los Misterios)
- Laycock, «Enochian: Angelic language or mortal folly?»
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento.