Oopart (Out of Place Artifact), es la denominación utilizada durante el siglo pasado para decenas de objetos prehistóricos, hallados en distintas regiones del planeta que, dado su nivel tecnológico, echan por tierra, completamente, la edad estimada mediante estudios físicos, químicos y/o geológicos.
Los «oopart» se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para aquellos científicos que avalan la teoría de la aparición del hombre moderno hace unos 6 millones de años y constituyen un verdadero deleite para los investigadores aventureros y los amantes de las teorías no convencionales.
Características del hallazgo:
Lugar: Ottosdal, Sudáfrica
Fecha: A lo largo de las dos últimas décadas
Condiciones del hallazgo:
Las esferas metálicas fueron halladas de forma paulatina por diferentes mineros que se encontraban operando sobre estratos precámbricos datados con una antigüedad de hace alrededor de 2.800 millones de años.
La singularidad de su aspecto externo induce a pensar en un origen artificial para aquellos ejemplares que actualmente se exhiben en el Museo de Klerksdorp, aunque también son bastantes los investigadores que atribuyen a un origen natural su llamativa morfología.
Todas las esferas presentan formas perfectamente redondeadas y una superficie pulida, con una línea recta rodeando el diámetro mayor que, frecuentemente, aparece acompañada de otras dos líneas paralelas distribuidas hacia un lado y hacia el otro de la línea central.
Debido al hecho de que han aparecido enterradas en una capa geológica cuya antigüedad aparente provoca gran contrariedad entre la ciencia oficial, son muchos los especialistas que opinan que las esferas pertenecieron a una civilización tecnológicamente avanzada y extinguida hace más de 2.800 millones de años, cuando la roca que las contenía comenzó a solidificarse.
Por el contrario, los detractores de dicha teoría se inclinan a pensar que las piedras son el producto de nódulos de pirita y goethita de origen metamórfico. No obstante, el tallado de las líneas sí que carece de argumento sostenible, tanto por su caprichoso aspecto, como por la dureza del material con que tendrían que haber sido talladas.
Según defienden otros investigadores, como el profesor de geología A. Bissehoff, de la Universidad de Potchefstroom, las esferas serían aglomerados de limonita. Sin embargo, los artefactos de Klerksdorp fueron hallados en nichos individuales: un modo totalmente contrario a la disposición en la que suelen encontrarse los aglomerados de limonita.
Con similar destino al de muchos otros oopart, el misterioso origen de las esferas de Klerksdorp probablemente permanezca también en un olvido eterno, relegado y aguardando tras la vitrina de un museo.