Producto de un cambio tectónico tras el terremoto de 2009, Samoa Americana, una isla estadounidense en la Polinesia, se está hundiendo; una tendencia que probablemente continuará durante décadas.
Según un nuevo estudio, el hundimiento de Samoa Americana ha intensificado los niveles del mar ya en aumento en la isla. Los autores predicen que, desde el terremoto de Samoa de 2009, los niveles del mar circundante de Samoa Americana subirán 30-40 centímetros adicionales a lo largo de este siglo.
El terremoto de 2009 en Samoa de magnitud 8.1 causó muchos daños a las islas de Samoa: las olas de tsunamis de hasta 14 metros (46 pies) destruyeron varias aldeas, cobraron casi 200 vidas y dañaron gravemente los sistemas eléctricos y de agua.
El nivel del mar de la isla ahora está aumentando a un ritmo acelerado aproximadamente cinco veces más alto que el promedio mundial, amenazando las inundaciones costeras regulares en un área que ha visto ciclones y otras condiciones climáticas extremas en los últimos años, según el estudio.
Antes del terremoto, el nivel del mar de Samoa Americana ya subía de dos a tres milímetros cada año, una tasa causada por el derretimiento del hielo polar y los glaciares, así como por la expansión y el calentamiento del océano.
«Antes del terremoto, Samoa Americana estaba experimentando un aumento del nivel del mar que era aproximadamente igual al promedio mundial. Pero, después del terremoto, esa tasa aumentó drásticamente», ha informado Shin-Chan Han, profesor de geodesia en la Universidad de Newcastle en Callaghan, Australia, y autor principal del nuevo estudio.
Las islas de Samoa son un archipiélago en el centro sur del Pacífico que comprende un puñado de islas que albergan a unas 250.000 personas. Los bosques tropicales cubren partes de las islas de mayor tamaño, que se encuentran entre las más grandes de las islas polinesias.
Estas islas se encuentran dentro del Anillo de Fuego del Pacífico, un área de 40.000 kilómetros de actividad volcánica donde varias placas tectónicas se aplastan y se deslizan unas sobre otras para producir el 90% de los terremotos de la Tierra.
Un caso extremo
Según los autores del estudio, la naturaleza de aquellos temblores fue única, ya que surgieron de dos terremotos casi simultáneos que emanaban del extremo norte de la zona de subducción Kermadec-Tonga.
Los investigadores encontraron que, debido a la ubicación en la zona de falla, cada isla responde de manera diferente. De acuerdo con el estudio, Samoa Americana ahora se mueve principalmente en dirección vertical, hundiéndose en la Tierra a una velocidad dos veces más rápida que la de Samoa. Debido a este movimiento, los autores ahora consideran a Samoa Americana como un «caso extremo», puesto que las mareas pueden llegar cada vez más hacia el interior en las próximas décadas, lo que podría inundar la carretera principal que recorre el perímetro de la isla cerca de su costa.
«El océano está devorando sus tierras», ha detallado Han. «La carretera principal en Samoa Americana está alrededor de la zona costera, y la zona costera es donde verán el impacto de las inundaciones».
Han ha señalado que el estudio destaca la necesidad de que las agencias gubernamentales reevalúen el aumento del nivel del mar en áreas afectadas después de grandes terremotos, ya que el movimiento tectónico puede influir en gran medida a esta circunstancia.
«Cuando no se considera el efecto de hundimiento de la tierra, podemos malinterpretar el aumento del nivel del mar», ha recalcado Han. «El movimiento de la Tierra no se puede ignorar. A veces, el efecto del movimiento de la Tierra es mayor que el efecto del cambio climático».
La investigación ha sido publicada en el Journal of Geophysical Research: Solid Earth de AGU.