En la sala 8 del Museo de Cáceres, dedicada a la epigrafía romana, se exhibe una pequeña colección de piezas que pertenecen a la institución. Una de ellas sobresale por contener una inscripción todavía sin descifrar. Procede de la localidad de Casar, la antigua Norba Caesarina, y muestra además una extraña figura humana que le ha merecido el seudónimo ‘Estela del Extraterrestre’.
La ‘Estela del extraterrestre’ o ‘el astronauta de Casar’
La estela de extraterrestre llamada también «el astronauta de Casar», es una losa de granito de unos 48 cm de altura, 17 cm de ancho y 1,12 cm de grosor. Esta pieza arqueológica data del siglo I antes de Cristo, y es posible que pertenezca a la cultura ibérica.
En ella aparece tallada una figura humanoide cuyos miembros son desproporcionados, especialmente la cabeza y los pies. Su cuerpo tiene una forma delgada y la cabeza un aspecto ovalado muy grande, lo que sugiere que podría tratarse de un posible casco o escafandra. Para algunos podría interpretarse como un astronauta, para otros un ser de otro mundo.
Es curioso además, como la extraña figura parece tener cierta similitud a uno de los dibujos de la Pampa Colorada de Nazca en Perú, cuya apariencia, cuerpo de frente y piernas de son semejantes.
Además de la peculiar silueta grabada en su superficie, la estela tiene una inscripción grabada que aún no ha sido posible descifrar. Todavía más extraño es que la inscripción se incluye dentro de las piernas y el cuerpo de la figura, y no en torno a la imagen. Como era de esperar, todo esto ha generado un caudal de suposiciones misteriosas.
Cómo salió a la luz la estela del extraterrestre
La famosa estela del extraterrestre fue dada a conocer por el profesor de epigrafía del Seminario Mayor de Cáceres, Ricardo Hurtado de San Antonio, en 1976. La encontró de casualidad, mientras buscaba información para su memoria de licenciatura. Recibió la noticia de una piedra que contenía una figura que parecía un extraterrestre.
Emprendió la búsqueda de la extraña pieza con algo de incredulidad, puesto que era consciente de que ninguna piedra con esa descripción estaba catalogada dentro de la nómina de hallazgos arqueológicos de la provincia. Cuando llegó al Casar, se encontró con la estela en el lugar que le habían indicado, en la pared suroeste del cementerio local.
Había permanecido empotrada en ese lugar hacía unos 50 años atrás, tras haber sido hallada en el suelo del camposanto. Hurtado afirmó que lo que más le llamó la atención de esta pieza fue que la figura humana irradiaba un claro toque de ingenuidad. No se trataba de un arte serio y esmerado, sino de una imagen sencilla y casi infantil.
La indescifrable inscripción de la estela del extraterrestre
Ahora echemos un vistazo más de cerca a la inscripción que está encerrada dentro de la silueta de la enigmática figura. Las letras están grabadas profundamente, tienen un tamaño de 5 cm y, según Hurtado, denotan una escaza romanización, que comenzó en la zona durante el siglo I d.C. Todos estos datos le permitieron fechar la estela en el siglo I a.C.
Hurtado hizo una lectura de la inscripción, quedando esta de la siguiente manera: I.D.I. / M.I.M / ILVCIA / SP.M.A. / SVDLIE / CK A / S.N. Otros autores, como Callejo Serrano, proponen otra lectura con algunas variantes mínimas. Sea como sea, resulta imposible entender plenamente el significado de estas siglas y su relación con la imagen.
Ahora bien, quienes han estudiado la estela están de acuerdo en una cosa: los caracteres de la inscripción son romanos, pero el lenguaje usado es el autóctono de la zona, la lengua indoeuropea de los lusitanos o los vetones. Además, lo único que está claro es el nombre femenino ILUCIA, encontrado en otras inscripciones y muy usado en el lugar.
Algunas posibles explicaciones sobre el significado de la estela
Hurtado formuló un par de teorías explicativas sobre el posible significado de esta estela y su indescifrable inscripción. Por un lado, pudiera tratarse de una estela céltica de la Edad de Hierro tardía (siglo III-II a.C.). Fabricada en honor a una deidad funeraria indígena, la estela tendría influencia ibérica y la inscripción habría sido añadida en la época romana.
Por otro lado, es posible que, tanto la figura como la inscripción hayan sido hechas por la misma persona en la misma época. Esto a razón de la indiscutible coordinación y unidad existente entre las letras y la figura. En cualquier caso, el mensaje sigue siendo indescifrable, y la imagen ha servido para apoyar la teoría de los antiguos astronautas.
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MUY INTERESANTE REALMENT ES UN TE QUE APASIONA
La inscripción dice nosotros lo visitantes de otros mundos los saludamos
el astronauta gigante no es en Nasca Peru si no mas al sur decierto de Atacama norte de Chile
Hola Enrique, creo que estás confundiendo la figura llamada ‘El Astronauta’ de Nazca con la de ‘El Gigante de Atacama’ o ‘Gigante de Tarapacá’. Esta última si se ubica en el desierto de Atacama. ¡Saludos!