Un nuevo estudio científico escrito por tres físicos del Instituto de Tecnología de California y un alumno de la escuela, ha presentado una conclusión bastante desafortunada acerca de la mayoría de las civilizaciones alienígenas inteligentes en la Vía Láctea.
Durante años muchos astrónomos del mundo han orientado sus carreras en encontrar evidencia de que no estamos solos en el universo… una tarea similar a buscar una aguja en un pajar.
Ahora, una nueva investigación utilizó la astronomía moderna y el modelado estadístico para mapear el surgimiento y muerte de vida inteligente en el tiempo y el espacio a través de la Vía Láctea.
Sus resultados equivalen a una actualización más precisa de la famosa ecuación de Frank Drake, escrita en 1961 por el fundador de Search for Extraterrestrial Intelligence. La ecuación de Drake, popularizada por el físico Carl Sagan en su miniserie «Cosmos», intentó determinar el número de civilizaciones extraterrestres inteligentes en nuestra galaxia basándose en múltiples factores, como el número de planetas que se forman y cuántos de ellos desarrollan vida.
Los científicos observaron una serie de factores que presuntamente influyen en el desarrollo de vida inteligente, tales como la prevalencia de estrellas similares al Sol que albergan la Tierra -como planetas; la frecuencia de supernovas mortales que disparan radiación; la probabilidad y el tiempo necesarios para que la vida inteligente evolucione si las condiciones son las adecuadas; y la posible tendencia de las civilizaciones avanzadas a autodestruirse.
Los autores del estudio finalmente determinaron que cualquier civilización que exista hoy en la Vía Láctea será relativamente joven, y la mayoría de las más antiguas ya se habrán aniquilado.
Para los astrónomos, las civilizaciones sobrevivientes estarían situadas principalmente a lo largo de una banda de estrellas similares al sol, aproximadamente a 13.000 años luz.
Sin embargo, dado que no tenemos idea de cuánto tiempo podría tardar una civilización en destruirse a sí misma, sería justo decir que todavía hay un margen de error significativo con estos hallazgos.
El estudio científico ha sido publicado en arXiv.
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