Un equipo de científicos concluyó que una misteriosa estructura descubierta en Etlatongo, un pueblo con alrededor de 3.400 años de antigüedad en las montañas de Oaxaca (México), había sido una cancha utilizada para el famoso juego de pelota azteca ‘pok-ta-pok’.
Luego de varios años de excavaciones y mapeos, los arqueólogos Jeffrey Blomster y Víctor Salazar Chávez, investigadores de la Universidad George Washington (EE.UU.), descubrieron un piso de piedra plana con una extensión de 46 metros (aproximadamente la mitad de un campo de fútbol), flanqueado por escalones hechos de arcilla y piedra en en el centro del pueblo de Etlatongo, Oaxaca.
La cancha estaba compuesta por una franja de área de juego rodeada de asientos elevados para espectadores y un montículo que rodeaba todo el sitio.
Los patios mismos eran estrechos, hechos de ladrillo y rodeados de muros de piedra.
Otros hallazgos
Además de la cancha, en el sitio se encontraron varias figuras que representan a jugadores de ‘pok-ta-pok’ con cinturones acolchados que se usaban para golpear a la pelota. Según el informe de la investigación, en ocasiones pasadas se han encontrado figuras similares en la primera ciudad de Mesoamérica, que floreció en la costa del golfo de México entre los 1.400 y 1.000 años a.C.
El juego era popular en las culturas precolombinas de la región del actual México, como las dominadas por los aztecas. En ese espectáculo, de carácter tanto deportivo como ceremonial, los competidores intentaban hacer pasar una bola a través de un aro de piedra que sobresalía de una pared, impulsándola con sus caderas. Al final del juego, en algunos casos los ganadores eran sacrificados a los dioses.
Hasta ahora, se han encontrado alrededor de 2,300 canchas de pelota en todo México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y el norte de Costa Rica. Tanto los pueblos mayas como los aztecas jugaban a la pelota con pelotas de goma.
Dado que la goma provenía del árbol Castilla elástica, que solo crece en las llanuras bajas del sur de Mesoamérica, los investigadores se sorprendieron al encontrar el estadio en una elevación.
La investigación fue publicada en Science Advances.
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