Tres esqueletos de una nueva especie de dinosaurio han sido desenterrados en Brasil. De pie sobre las patas traseras, pero con cuellos y colas increíblemente largos, las criaturas parecen una mezcla extraña entre múltiples especies de dinosaurios. Sus extrañas apariencias muestran la evolución en acción, arrojando nueva luz sobre cómo surgieron los dinosaurios gigantes de cuello largo conocidos como saurópodos.
Viviendo hace más de 225 millones de años, el recién llamado Macrocollum itaquii es el dinosaurio de cuello largo más antiguo jamás encontrado. Medía unos 3,6 metros (12 pies) de largo, 1,5 metros (5 pies) de alto y pesaba 100 kilogramos (220 libras).
Era vegetariano
Sus descubridores, notaron que este dinosaurio no era un devorador de carne. El análisis de sus dientes sugiere que era su dieta era completamente vegetariana. Probablemente, habría tenido que comer mucha flora para nutrir su gran cuerpo, y aquí es donde entra su cuello extrañamente largo. Al igual que los saurópodos, la nueva especie también comía plantas, pero a diferencia de ellos caminaba sobre dos patas.
El cuello del M. itaquii le habría permitido llegar a más vegetación, tal como hacen hoy los cuellos de jirafas.
La vegetación dominante en ese momento era los helechos y las gimnospermas, plantas sin flores que producen conos y semillas, y la criatura los habría amontonado para nutrir su cuerpo sustancial.
«Habría permitido a los miembros del grupo alcanzar una vegetación más alta en comparación con otros vertebrados tempranos», dijo el autor principal Rodrigo Müller, de la Universidad Federal de Santa María en Brasil.
No era una especie solitaria
Una característica particularmente interesante del descubrimiento es que involucró tres esqueletos, no uno. Esto sugiere que la especie era social, no solitaria, incluso en un momento bastante temprano en la evolución de los dinosaurios: los dinosaurios aparecieron por primera vez hace unos 240 millones de años.
Los autores señalan que esta es la evidencia más antigua del comportamiento social en los sauropodomorfos, el clado -especies emparentadas (con un antepasado común) que forman una única “rama” en el «árbol de la vida»- de los dinosaurios que incluye a los saurópodos y sus ancestros.
«Hay tres esqueletos articulados en 5 toneladas de roca», explicó Müller. «Esto es único. Sugiere que estos animales probablemente murieron juntos, ya que comparten el mismo grado de desarticulación. Así que si murieron juntos, estos dinosaurios probablemente vivieron juntos».
El M. itaquii marca un punto de transición en la evolución del sauropodomorfo, ya que había desarrollado un cuello largo y una dieta vegetariana, pero aún era bastante pequeño y caminaba erguido sobre dos fuertes patas traseras.
«La nueva especie permite la definición de un conjunto de cambios anatómicos que dieron forma a la evolución del sauropodomorfo a lo largo de un período de 233 a 225 millones de años», anotaron los autores en su artículo. «En ese lapso de tiempo, además de lograr una dieta más herbívora, Los dinosaurios sauropodomorfos aumentaron su tamaño en una proporción del 230 por ciento y también se estableció su cuello largo típico».
Este hallazgo se suma al reciente descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio en Argentina. Los sauropodomorfos que surgieron más tarde fueron enormes y caminaron sobre las cuatro patas, incluso alcanzaron los 37 metros (122 pies) de largo y pesaron más de 70 toneladas.
La nueva especie ha sido descrita en la revista Biology Letters.