Una espada de 1.000 años de antigüedad fue encontrada por un grupo de trabajadores dragaban el puerto en el río Vístula de la ciudad de Włocławek, Polonia.
La espada luce una «inscripción misteriosa» y hasta ahora se han encontrado muy pocas armas de este tipo en Polonia, según informó la Oficina Provincial para la Protección de Monumentos en Toruń, una ciudad cercana al lugar donde se encontró la espada y que es un patrimonio mundial protegido.
El artefacto fue entregado para su conservación a la Universidad Nicolaus Copernicus de Toruń. Para los expertos, se trata de un hallazgo extraordinario, ya que hasta ahora solo se han encontrado trece armas de este tipo en Polonia.
Investigadores de la Universidad Nicolás Copérnico de Torun radiografiaron el hallazgo. Olaf Popkiewicz, arqueólogo y especialista en armas, fechó tentativamente la espada antes del 950 d. C.
Debajo de una capa de óxido se encontró en la hoja la inscripción ‘VLFBERHT’, o ‘Ulfberht’, una inscripción utilizada quizá al principio por un solo fabricante, que luego se perpetuó como marca de calidad.
Con las palabras Ulfberht identificadas, se sabe que existen sólo otras ocho espadas de este tipo en Polonia, y sólo 170 en el resto de Europa. La inscripción ha llevado a los expertos a revelar que probablemente la espada perteneció a un vikingo.
Si bien se cree que las influencias escandinavas medievales dejaron una huella en Polonia, la naturaleza exacta de la relación entre los vikingos escandinavos y la región contemporánea de Polonia sigue siendo históricamente ambigua.
Sambor Gawiński, del departamento de conservación de Cuyavia y Pomerania, subrayó la importancia del descubrimiento: «Se trata de un hallazgo extremadamente valioso». Sabemos que estas espadas llamadas Ulfberht se produjeron en algún lugar de Europa Central. Sin embargo, el significado exacto y el origen del nombre “Ulfberht” siguen siendo un misterio.
Las espadas Ulfberht destacaron pues poseían una calidad distintiva, al tener una mezcla de carbono definida con precisión en el acero utilizado durante su producción. Según explicó Gawiński, esta composición específica de carbono otorgaba al arma la combinación ideal de resistencia, flexibilidad y durabilidad.
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Los investigadores continuarán estudiando la antigua espada en la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń. Finalmente, el artefacto será preservado y exhibido en un museo de historia en Włocławek.
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