Científicos descubren cuatro cepas de bacterias que viven en diferentes lugares de la Estación Espacial Internacional (EEI), tres de las cuales eran, hasta ahora, completamente desconocidas para la ciencia.
Un equipo de investigadores de EE.UU. y la India, que trabajan con la NASA, descubrieron que todas las cepas pertenecen a una familia de bacterias que se encuentran en el suelo y el agua dulce.
La cepa conocida se identificó como Methylorubrum rhodesianum, y se encontró en uno de los filtros de aire HEPA de la estación, que fue devuelto a la Tierra en 2011.
Pero las otras tres, que se encontraron en los paneles superiores de la EEI, el comedor y el módulo de la cúpula, nunca se habían visto antes y eran completamente nuevas para la ciencia.
Al ser secuenciadas, los expertos encontraron que todas pertenecen a una nueva especie y denominaron a las variedades como IF7SW-B2T, IIF1SW-B5 e IIF4SW-B5. No obstante, sus análisis genéticos revelaron que todas están estrechamente relacionadas con Methylobacterium indicum.
El equipo ha propuesto llamar a la nueva especie Methylobacterium ajmalii en honor a Ajmal Khan, un reconocido investigador indio de la biodiversidad que falleció en 2019. De igual manera, la nueva especie también está estrechamente relacionado con una especie ya conocida llamada M. indicum.
Plantas espaciales
Si bien la presencia de estas bacterias a bordo del puesto de avanzada en órbita puede parecer sorprendente, vale la pena recordar que los astronautas han estado llevando a cabo experimentos de crecimiento de plantas durante años.
Los investigadores observaron que las bacterias se formaron en plantas que los astronautas estaban cultivando en el espacio. Las especies de Methylobacterium son útiles para las plantas, participan en la fijación de nitrógeno, favorecen su crecimiento y combaten los patógenos que las afectan, entre otras cosas.
«Para cultivar plantas en lugares extremos donde los recursos son mínimos, el aislamiento de nuevos microbios que ayudan a promover el crecimiento de las plantas en condiciones estresantes es esencial», explicaron en un comunicado los miembros del equipo.
Tomando en cuenta que estos microorganismos pueden sobrevivir a las duras condiciones de la EEI, los científicos sometieron las cuatro cepas a un análisis genético para buscar características que puedan «contribuir al desarrollo de cultivos de plantas autosostenibles para misiones espaciales a largo plazo en el futuro».
La secuencia del genoma completo de estas tres cepas permitirá hacer una comparación genómica con sus homólogos de la Tierra en estudios futuros. Además, dada la cantidad de bacterias encontradas en la estación espacial que aún esperan ser analizadas y el potencial para descubrir nuevas cepas, los investigadores esperan que se pueda desarrollar un equipo de biología molecular para estudiarlas.
La investigación ha sida publicada en la revista Frontiers in Microbiology.
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