TOI 270 es un sistema solar que dispone de al menos tres planetas, uno de los cuales probablemente se enmarque en lo que se conoce como zona habitable, es decir, la región alrededor de una estrella donde un planeta podría mantener las condiciones necesarias para la vida.
Según el estudio realizado por un equipo internacional de científicos con base en observaciones de imágenes captadas por el telescopio TESS, de la NASA, el sistema solar está situado a unos 73 años luz de la Tierra.
Se trata de una estrella enana de tipo M3, alrededor de la cual orbitan un cuerpo celeste rocoso, de diámetro un poco mayor que el terrestre, y dos ‘mini-Neptunos’ dos veces más grandes que la Tierra.
Dado que la estrella es bastante fría y emite poce luz, y aunque el TOI 270 d, su planeta más lejano, dista de ella tan solo 0,07 unidades astronómicas (UA, la distancia entre la Tierra y el Sol), debería estar en la zona templada. Según las estimaciones de los astrónomos, la temperatura de equilibrio de este cuerpo estaría cerca de los 67 grados centígrados.
Los tres planetas orbitan muy cerca de la estrella. El primero toma 3.36 días terrestres, el segundo 5.66 y el tercero 11.38 días. Están tan cerca de la estrella y entre sí que están sincronizados en un patrón de resonancia. Por cada tres órbitas completas de la más lejana, la del medio orbita seis veces, y la más interna orbita exactamente 10 veces.
Por otra parte, debido a la probable presencia de una densa atmósfera capaz de retener el calor, la vida en TOI 270 d solo sería posible en sus capas más altas.
No obstante, algunas cualidades de los planetas avistados alimentan el entusiasmo de los astrónomos.
«Este sistema es exactamente para lo que fue diseñado el TESS: planetas pequeños y templados que pasan o transitan frente a una estrella anfitriona inactiva, que carece de actividad estelar excesiva», cita un comunicado de la NASA al líder del proyecto, Maximilian Günther, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
«Esta estrella es tranquila y muy cercana a nosotros, y por lo tanto mucho más brillante que las estrellas anfitrionas de sistemas comparables. Con extensas observaciones de seguimiento, pronto podremos determinar la composición de estos mundos, establecer si disponen de atmósferas, qué gases contienen, y mucho más», estimó Günther.
Asimismo, el descubrimiento de dos planetas gaseosos de tamaños cercanos a los de la Tierra, ausentes en nuestro sistema solar, podría contribuir al estudio de la formación de los cuerpos celestes.
Un «eslabón perdido» para la astronomía
Los planetas son muy similares en tamaño, a diferencia de los planetas de nuestro Sistema Solar, que van desde el pequeño Mercurio hasta el gigantesco Júpiter. Los tamaños de los planetas del sistema también son diferentes de los que se encuentran en el Sistema Solar. Los subneptunos, en particular, a menudo se consideran un eslabón perdido entre los planetas rocosos y los gigantes helados como Urano y, de hecho, Neptuno. Estudiar TOI-270 podría explicar si los gigantes helados se forman como planetas rocosos.
«TOI 270 es una verdadera Disneylandia para la ciencia de los exoplanetas […] Es un laboratorio excepcional, no por una sino por muchas razones: realmente, cumple todas las expectativas».
Así, la proximidad y la tranquilidad de la estrella convierten el sistema en un objeto de observaciones perfecto, que podrá contribuir al estudio de otros mundos.
El hallazgo ha sido publicado en la revista Nature Astronomy.