Un pequeño hueso de animal hallado en los yacimientos de Orce (Granada), del que apenas existen una docena en el mundo, aportará nuevos datos sobre la vida hace un millón y medio de años.
El hueso ha sido encontrado durante los trabajos de campo de este año, enmarcados en una campaña que se extenderá hasta 2020 y que ha coordinado la Universidad de Granada.
La investigación, ha contado con un equipo multidisciplinario formado por más de medio centenar de investigadores de quince centros internacionales enfocados en investigar el origen y los antecedentes de las primeras comunidades humanas en el continente europeo.
Durante una visita al yacimiento, la delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, ha destacado que los registros fósiles encontrados consolidan la singularidad de los yacimientos y permitirán avanzar para alcanzar un mejor conocimiento de la vida, particularmente la de los humanos, hace 1,5 millones de años.
Los trabajos de campo han descubierto en el yacimiento de Venta Micena un hueso hioides de apenas 14 milímetros perteneciente a un animal carnívoro que vivió hace 1,5 millones de años y que podría aportar nuevos datos acerca de qué tipo de sonido emitían y cómo se comunicaban estas especies ancestrales.
Este pequeño hueso hioides es muy difícil de encontrar en esta cronología por su pequeño tamaño y porosidad y resulta clave para la vocalización porque se encuentra en la parte anterior del cuello.
El profesor de Prehistoria de la Universidad de Granada y coordinador del proyecto, Juan Manuel Jiménez Arenas, ha explicado que los investigadores han encontrado también una minúscula tercera falange de carnívoro, una garra de 5 milímetros que, al igual que el hioides, sirve para ilustrar la precisión con la que se ha trabajado en Venta Micena y Barranco León.
También se ha documentado un fémur de mamut de más de 70 centímetros de longitud, el primer hueso de estas características que aparece completo en Orce y que perteneció a un mamut pequeño, de unas 5,5 toneladas, según Jiménez Arenas, que ha dicho que su análisis permitirá conocer nuevos datos sobre el comportamiento y la ecofisiología del animal.
En Venta Micena se han recuperado restos de mamuts, hipopótamos, rinocerontes, bóvidos de gran tamaño, ancestros de las cabras, ciervos, caballos y licaones -perros manchados africanos-, entre otras especies.
En Barranco León, donde se registran las evidencias de presencia humana más antigua del continente europeo, se han registrado lascas con las que aquellos primeros hombres descarnaron grandes herbívoros y herramientas más compactas y macizas con las que fracturaron distintos materiales para acceder a la médula ósea.