Un grupo de asesinos de élite que se hizo muy conocido en entre los siglo XI y XIII. Los «Hashshashin», una secta que inspiró cientos de historias y relatos.
El videojuego Assassin’s Creed continúa como uno de los más populares de los últimos años. Sin embargo, muy pocas personas saben que su llamativo gameplay tiene una base histórica bastante importante.
Los hashshashin, un pequeño grupo del Islam que se convirtió en secta y terminaron haciéndose muy conocidos por sus intrincados asesinatos a personajes importantes de la época.
Hashshashin: la historia
También conocidos sencillamente como los «Asesinos», su historia comienza en el siglo XI, gracias a un hombre llamado Hassan-i Sabbah, mejor conocido como «El Viejo de la Montaña». Él formó una orden de ismailíes nizaríes en Persia y Siria, una rama diferente del Islam que a la postre sería conocida como chiíta.
Este séquito consiguió crear un estado en el Medio Oriente en el medievo, estableciendo su base de operaciones en Alamut, Persia.
Esta victoria contradijo las noticias que provenían de El Cairo. Ahí también había una gran lucha por el poder que se decantó a favor de los fatimíes. Hasan-i Sabbah se presentó como uno de los aspirantes al trono al tomar el lugar de Abu Mansur Nizar, asesinado en 1095.
Esto dividió a los ismaelíes; los nizaríes se desvincularon de El Cairo y comenzaron a operar independientemente. De esta forma, empezaron la expansión de su doctrina, alcanzando Siria.
En 1160, Rashid al-Din Sinan, un hábil ermitaño que, se creía, poseía el don de la profecía y otros poderes sobrenaturales. Sinan terminó creando alianzas con los cruzados y musulmanes, según las crónicas de los primeros. Así, consiguieron establecerse en Masyaf, Siria.
Orígenes
A pesar de ser conocidos las crónicas de los cruzados, los relatos que existen sobre estos asesinos son confusos. Cada testimonio se refiere a su líder como «El Viejo», aunque también se le dan calificativos como «El Señor de las Dagas».
Pero el rabino Benjamín de Tudela, quien viajó por toda palestina en 1170, era aún más preciso y lo llamó «El Profeta».
Sin embargo, otros testimonios los señalan como malos musulmanes; son mencionados en crónicas cristianas como infieles y hombres de poca fe, alcohólicos y consumidores de carne de cerdo. Cosa que va en contra del Islam.
Otros rumores sobre su vida en comunidad, los relatan cómo ladrones que no respetaban la propiedad privada, o que se concedían libertades sexuales criticables.
Este supuesto poco apego al Islam provocó que se les llamara descendientes de judíos e, incluso, como personas que podían ser cristianizadas.
A pesar de todo esto, existe otro cronista que señaló cosas muy interesantes. La primera, es que su liderazgo no estaba predestinado por herencia, sino por los méritos individuales de cada persona. Algo que contradice totalmente los hábitos de la Tierra Santa.
Otro punto llamativo, en esta versión, es que los hashshashins atacaban a los príncipes tiranos para liberar los pueblos.
Obviamente, esta leyenda pudo quedar sólo en eso, en leyenda, pero apareció el Libro de las Maravillas de Marco Polo, donde son mencionados claramente.
Mitos y leyendas
Hay tantas historias sobre los Asesinos que ni los expertos saben que es real o que es ficción. La mayoría de la información que sobrevive en nuestros días, viene de fuentes europeas o de sus enemigos.
Marco Polo aseguró que Hassan drogaba a sus seguidores con hachís, llevándolos al «paraíso». Una vez terminado el efecto alucinógeno, se proclamaba como el único capaz de acceder al paraíso y que podía llevar a cualquiera una vez falleciera. Esto generó un grupo de devotos ciegos que realizaban cualquier tarea en su nombre. Aunque hay varias inconsistencias en esta versión.
Todo parece indicar que el término «hashhishi» es usado por primera vez por el Califa fatimí al-Amir, en el año 1122, como una forma despectiva de referirse a los nizaríes sirios. En vez de estar relacionados con el hachís, más bien hacía referencia a que eran «vulgares y despreciables».
El término fue adoptado por historiadores anti-ismaelitas, difundiéndose por los cruzados en Europa.
De hecho, incluso la reputación de fríos y letales asesinos nocturnos podría ser una invención y no una realidad.
Su reputación y final
La reputación de los hashshashins recae totalmente en el uso de la «guerra psicológica». Eran expertos infundiendo terror a sus enemigos y través de esto, obtener su sumisión sin la necesidad de luchar.
De hecho, la anécdota más conocida sobre esto proviene de Saladino, quien sobrevivió a 2 atentados de los Asesinos. Sin embargo, desarrolló tal paranoia que terminó sucumbiendo al miedo.
Uno de los conocidos sobre esto, relata como en una noche durante la conquista de Masyaf, en Siria, Saladino se despertó y vio una silueta abandonando su tienda. Junto a su cama se encontró unos bollos calientes con la insignia de los Harashhashins, junto a una nota sujeta por un puñal envenenado.
La nota decía que lo matarían si no se rendía y, persuadido por ella, el conquistador acordó una tregua.
A pesar de todas sus historias, los Asesinos sucumbieron ante el poder Mongol, en la invasión a Khwarizm, en 1256. A pesar de que reconquistaron durante algunos meses Alamit en 1275, terminaron siendo aplastados en su totalidad.
De hecho, los historiadores aseguran que la victoria debió ser tan contundente, que todos los relatos que existen sobre los Hashshashin provienen de sus enemigos.
Sin duda, una leyenda que continúa vigente gracias a las obras de ficción de los últimos años, siendo Assassin’s Creed el ejemplo más popular. Una fuerza temible que se expandió por todo oriente hasta alcanzar Europa.
Referencias: Descubrir la historia / Panorama Henares.
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