El Templo de Ain Dara y sus arcanas huellas de gigantes: son un misterio antiguo, pero podrían personificar a Ishtar o Sauska, la diosa babilónica celeste.
Las huellas de gigantes en el templo de Ain Dara son confusas y misteriosas, datan de la Edad de hierro (hace 3.300 años) y son un enigma de la arqueología. Indican la procesión de un gigante hacia el santuario: ¿son una representación o son marcas de un ser gigante físico? Podrían ser vestigios de la mitología de los Nefilim de la Biblia, quienes habrían caminado por esta región sirio-hitita.
La teoría más prominente es que serían huellas de la diosa Ishtar (Babilonia, Asiria) o Sauska (cultura hitita), quien es la misma Inanna (Sumeria), una Anunnaki diosa de los cielos y de la fertilidad en la Tierra.
El templo de Ain Dara está ubicado al noroeste de Alepo, Siria. Fue descubierto en 1955 y datado en el año 1.300 a. C. Fue construido por la cultura sirio-hitita. El templo y sus decoraciones arquitectónicas presentan influencias de distintas culturas: de Anatolia, los hititas y del Levante. También contiene esculturas de seres híbridos como esfinges y hombres-león.
Desgraciadamente, en enero de 2018, las fuerzas militares de Turquía casi destruyen el templo durante unos bombardeos, en el marco de la guerra civil en Siria.
Huellas de gigantes: procesión de Ishtar o de la diosa hitita Saushka
Son cuatro huellas y miden 1 metro de largo cada una. Se encuentran grabadas en el suelo de piedra del pórtico del templo. El primer par se encuentra junto, indicando una posición erguida, luego le siguen huellas individuales que denotan pasos, la distancia entre las dos es de casi 5 metros, lo que llevaría a pensar que pertenecerían a un ser de 12 metros de altura. Es como una procesión del gigante o dios hacia el interior del templo.
Estas huellas podrían considerarse como una evidencia de gigantes antiguos. Sin embargo, es casi seguro que fueron talladas por la cultura sirio-hitita, son una representación artística. Eso sí, serían una personificación de los gigantes descritos en la mitología hitita (de hecho, los hititas fueron llamados gigantes en la Biblia).
También está prominente la figura de los Nefilim del Génesis. Varios habrían sobrevivido el Diluvio universal y se habrían movido a los alrededores de Israel (unos serían los Refaím). Ya que los hititas fueron conocidos como gigantes, es probable que los hayan considerado unos Nefilim (o a los dioses hititas).
Arqueólogos piensan que el templo de Ain Dara fue dedicado a Ishtar, la diosa babilónica. Se nota la presencia de sus símbolos del león y la esfinge en las esculturas. No obstante, lo más probable es que los sirio-hititas hayan querido darle culto a Šauška, la versión hitita de Ishtar. De hecho, todo indica que serían la misma, ya que ambas son diosas del amor, la guerra y la sexualidad.
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Šauška o Sauska era hija de Anu, un dios conocido por los sumerios, el Anunnaki primordial del cielo. Siguiendo la mitología hitita de esta región de Siria, la diosa Ishtar/Saushka/Inanna habría caminado sobre estas tierras, dejando sus huellas de diosa gigante.
Las curiosas e inexplicables huellas masivas del templo de Ain Dara sugieren ciertamente una época ancestral en que los gigantes, los semidioses y dioses vagaron por la Tierra dejando su marca.
Referencias: Academia.edu / MatriFocus.
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