Los humanos tenemos ADN de un ancestro todavía no identificado

Los humanos tenemos ADN de un ancestro todavía no identificado

Un estudio científico sugiere que las diferentes ramas del árbol genealógico humano se entrecruzan en varias ocasiones. Lo más sorprendente es que algunas conducen a un ancestro totalmente desconocido.

Mellissa Hubisz y Amy Williams de la Universidad de Cornell, junto a Adam Siepel del Laboratorio Cold Spring Harbor, han realizado un estudio donde se revela que el ADN humano, tiene restos de un ancestro desconocido.

El estudio se publicó en la revista científica Plos Genetic con el título: «Mapeo del flujo de genes entre homínidos antiguos a través de la inferencia demográfica del gráfico de recombinación ancestral».

El ancestro desconocido del ser humano

Hace unos 50.000 años, un grupo de humanos viajó desde África, cruzándose con los Neandertales de Eurasia.

Pero esta no es la única evidencia de humanos primitivos y sus parientes intercambiando ADN. La secuencia de genomas de los Neandertales y de un grupo mucho menos conocido, los Denisovanos, ha generado nuevos datos sobre el mestizaje antiguo y el desplazamiento de estas antiguas poblaciones.

Este nuevo estudio sugiere que la secuencia de los genomas de neandertal y denisovano ha dado datos nuevos.

Los expertos aseguran que parte del genoma del humano actual proviene de un ancestro desconocido.

A pesar de que se ha vigilado concienzudamente, el flujo genético más reciente de los neandertales y denisovanos a los humanos modernos, otros casos de «introgresión» demuestra que existe evidencia genómica más sutil, la cual no se ha estudiado de la misma forma.

Usando una extensión del algoritmo ARGweaver, llamado ARGweaver-D, pudieron deducir relaciones genéticas locales, usando un modelo demográfico definido por el usuario, donde se incluyen divisiones de población y migración.

Así se muestran gráficos probables de recombinación ancestral que evidencian, no solo topologías de árboles y longitudes de ramas a lo largo del genoma, sino que también revela linajes migratorios.

Se demostró que dicho método, es ideal para detectar la migración arcaica hacia los humanos modernos. Luego se expuso que el método también puede detectar regiones introgresadas, derivadas de eventos migratorios más longevos, o de poblaciones no muestreadas.

Al aplicarlo a genomas humanos, neandertales y denisovanos, en busca de eventos migratorios antiguos, se identificó que el 1% del genoma Denisovan fue introgresado de un ancestro homínido arcaico no secuenciado, pero no disidente.

1% de genoma desconocido

El 1% el cruce de ADN entre ancestros del ser humano proviene de un ancestro desconocido. Crédito: Gerd Altmann/Pixabay

Los científicos aseguran que el algoritmo también es capaz de identificar segmentos de ADN que provienen de otras especies. Aun si éste se produjo hace miles de años, procedentes de una fuente desconocida.

Adam Siepel, uno de los autores principales del estudio, declaró:

«Lo que creo que es emocionante de este trabajo es que demuestra lo que se puede aprender sobre la historia humana profunda reconstruyendo conjuntamente la historia evolutiva completa de una colección de secuencias tanto de humanos modernos como de homínidos arcaicos. Este nuevo algoritmo es capaz de llegar más atrás en el tiempo que cualquier otro método computacional que haya visto. Parece ser especialmente poderoso para detectar la introgresión antigua».

En resumidas cuentas, el algoritmo demostró que al menos el 3% del genoma del neandertal, proviene de humanos antiguos, además de que el mestizaje ocurrió hace unos 200.000 o 300.000 años.

El estudio reveló que el flujo de genes ocurrió hace miles de años y proviene de una fuente desconocida. Imagen ilustrativa. Crédito: Nikola Solic / Reuters

Pero lo que realmente sorprende, es que se descubrió que el 1% del genoma Denisovano, proviene de un ancestro desconocido y mucho más lejano. Los científicos creen que éste podría ser el Homo erectus, ya que al menos el 15% de sus características super arcaicas pudieron ser transmitidas a los humanos modernos actuales.

Esto resuelve uno de los más grandes problemas de la genética; identificar los pequeños restos de flujo de genes que se produjeron hace cientos de miles de años.

Recordemos además que estudios recientes hallaron una especie humana que podría haber sido portadora de genes de un grupo aún desconocido para la ciencia.

Hasta el momento, los expertos siguen estudiando estos restos de genomas desconocidos, para intentar descifrar de donde provienen, ya que, a pesar de que el Homo erectus es el principal candidato, solo un 15% de características no son concluyentes.

Referencias: Nota Clave / La República / Live Science.

 

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