Para nadie es una novedad que el mundo ha entrado en una nueva era de la tecnología. A pesar de que hay gobiernos y corporaciones que tienen mucho más poder que la persona promedio, la tecnología ha dado más poder a los hombres y mujeres modernos, de lo que sus antepasados jamás hubieran soñado. Esto significa que el potencial para el desastre está ahora en las manos de más gente que nunca antes.
Eso es lo que James Clapper, director de la United States Intelligence Community – Inteligencia Nacional de Estados Unidos, recientemente expresó en lo que respecta a las tecnologías modernas de edición de genes.
En su informe anual de evaluación de amenazas de todo el mundo, sugirió que los dispositivos de edición genética como CRISPR cuya tecnología es una herramienta molecular utilizada para “editar” o “corregir” el genoma de cualquier célula. Eso incluye, claro está, a las células humanas. Sería algo así como unas tijeras moleculares que son capaces de cortar cualquier molécula de ADN haciéndolo además de una manera muy precisa y totalmente controlada. Esa capacidad de cortar el ADN es lo que permite modificar su secuencia, eliminando o insertando nuevo ADN, pueden plantear pronto una especie de «armas de destrucción masiva y la proliferación de amenazas».
Al igual que la impresión en 3D, este campo de la tecnología se ha vuelto más accesible y rentable en los últimos años, lo que ha dado a más personas la posibilidad de jugar con los «bloques de construcción de la vida misma».
Dada su amplia distribución, bajo costo, y el ritmo acelerado de desarrollo de esta tecnología de doble uso, su mal uso deliberado o involuntario podría conducir a consecuencias trascendentales de seguridad en salud, económica y mundial.
En esencia, la mayor preocupación es que alguien vaya a utilizar deliberadamente esta tecnología para crear un arma biológica, o accidentalmente desatar horrores genéticos en el mundo. Otros expertos expresaron dudas sobre este informe, y sugirieron que ya no tenemos que temer ahora, pues ya se ha hecho en el pasado. Después de todo, sigue siendo necesaria una considerable habilidad y experiencia en múltiples campos para crear un arma biológica.
Pero aun hay más. Las tecnologías como CRISPR son 150 veces más baratas que sus predecesoras, y sería razonable esperar que la edición de genes sea aún más fácil y más asequible en el futuro. El tipo de armas biológicas que requerían grandes laboratorios y cientos de científicos y técnicos, ahora se puede crear por cualquier persona con un presupuesto limitado y una educación adecuada. A medida que avanza la tecnología, sólo se hará más accesibles desde aquí.
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