Japón está a punto de activar un sistema de refrigeración gigante creando una “pared congelada” de 1,5 km de longitud bajo tierra, alrededor de los edificios en la planta nuclear de Fukushima, con la esperanza de contener las fugas de agua radiactiva que se derraman fuera de esa central nuclear, como producto de la crisis tras el terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
La decisión se produce después de que su más reciente plan fracasara, cuando los robots especialmente diseñados para eliminar el combustible fundido de Fukushima ‘murieran’ en cuestión de días luego de comenzar su misión este mes, debido a los altos niveles de material radiactivo que destruyen su cableado. El nuevo plan es congelar el lugar con una pared alrededor de la zona por lo que el agua contaminada no puede lixiviar en el Océano Pacífico.
El sistema de refrigeración va a costar al gobierno japonés a unos 35 millones de yenes (312 millones de dólares) y algunos expertos todavía no están convencidos que va a funcionar adecuadamente.
El plan consiste en colocar enormes tuberías de refrigeración 30 metros de profundidad, que congelarán el suelo sólido alrededor de ellas, creando un muro de 1,5 kilómetros que rodee los edificios de los reactores y turbinas.
El problema es que los reactores dañados en Fukushima tienen que ser enfriados con una gran cantidad de agua para mantener sus núcleos sin sobrecalentarse y evitar que el agua contaminada no sea filtrada a través de las grietas en el sótano de los reactores desplazándose al medio ambiente. Esto ya ha provocado que granjeros de los alrededores utilicen suelo de poliéster en sus cultivos para evitar las aguas subterráneas radiactivas.
Los rastros de la radiación de Fukushima también se han encontrado incluso en el Océano Pacífico, en niveles bajos en la Costa Oeste de Estados Unidos. Sin una manera segura para eliminar el combustible fundido, el problema no va a desaparecer a corto plazo, por lo que el objetivo -por ahora- es contener simplemente el agua radiactiva lo máximo posible.
Métodos de pared de hielo similares se han utilizado en el pasado para bloquear el agua de partes de túneles y pasos subterráneos, pero una pared de hielo de esta magnitud nunca ha sido probada. Sin embargo, la preocupación de algunos expertos radica en que según se predice, la limpieza de Fukushima llevará décadas, y las paredes de hielo anteriormente usadas sólo han durado seis años a lo sumo.
Cuando se le preguntó si valdría la pena el costo de esta pared de hielo a Toshihiro Imai, un funcionario de Compañía Eléctrica de Tokio -TEPCO, dijo: “Su efecto es aún desconocido, porque el resultado esperado se basa en simulaciones.”
De todas maneras, las tuberías de refrigeración se han completado, y la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón ha dado el visto bueno para que puedan ser activados esta semana, con el objetivo de congelar de la pared de hielo en los próximos meses. La primera parte de la estructura de refrigeración será encendida lo más cercano posible del mar para evitar que más agua contaminada se escape hacia el Océano Pacífico. El sistema será puesto en marcha por fases para permitir una estrecha vigilancia y ajustes.
El Presidente de la Agencia de Regulación Nuclear, Shunichi Tanaka dijo: “Tenemos nuestros dedos cruzados para que todo vaya según lo previsto, ya que definitivamente debemos encontrar una manera de proteger el medio ambiente de un daño mayor”.