Existen construcciones impresionantes que la antigüedad nos ha dejado como prueba de la habilidad única de sus constructores. Sin embargo, el templo Kailāsanātha cambia todo lo que conocemos sobre el tema…
Tallar sobre piedras es una de las maneras de expresar el arte más complicadas y hermosas que existen. Sin embargo, una cosa es tallar una escultura y otra muy diferente es tallar un templo completo.
El templo de Kailāsanātha o Templo Kailash fue tallado hace más de 1.200 años sobre una sola roca en Ellora, el cual se encuentra ubicado a unos 29 kilómetros de Aurangabad, una ciudad que pertenece al estado de Maharastra, en la India.
Sus orígenes
Los orígenes del templo no están del todo claros. Sin embargo, los expertos atribuyen su creación al rey Krishna I de la dinastía Rachtraktua.
Krishna estuvo al frente de la nación durante el año 756 hasta el 773 d. C. de acuerdo a las estimaciones. La razón del por qué se le atribuye la construcción se basa en diferentes pruebas.
Entre ellas destacan los distintos epígrafes que relacionan al templo con Krishnaraja, aunque en lo relacionado con el gobernador, no se menciona al templo directamente.
Existe una vieja leyenda que versiona el por qué se talló el monumental templo, la cual fue escrita en Katha-Kalpataru por Krishna Yajnavalki.
Le leyenda cuenta que uno de los reyes enfermó gravemente y su reina rezó a Shiva para que lo sanara. Como gratitud, la reina prometió levantar un templo en su honor.
La construcción del templo Kailāsanātha
La leyenda anterior continúa narrándonos la recuperación del Rey y los preparativos para la construcción del templo. Sin embargo, los arquitectos informaron a los reyes que su construcción podría tardar años.
La reina entró en pánico pensando que debería ayunar por años, pero uno de los arquitectos mencionó una forma de construir el templo para que este no tardara más de una semana: construirlo desde arriba hacia abajo.
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A pesar de que esto no es más que una leyenda, la historia tiene algo de verdad: el templo fue sí fue construido desde arriba hacia abajo.
Con 30 metros de altura, Kailāsanātha se distingue de otros templos del mundo, no solo por sus dimensiones, sino por la técnica nunca antes vista para la época.
No se trazaron patrones en las paredes o comenzaron tallando esculturas, el templo se construyó desde arriba hacia abajo, armados únicamente con cinceles y martillos.
Solo con esos instrumentos tallaron una montaña con más de 200.000 toneladas de roca volcánica, comenzando primero por los complejos techos, siguiendo con las columnas hasta terminar esculpiendo los delicados relieves de elefantes de las paredes más bajas.
El misterio sobre su técnica de construcción
Si existen dudas sobre la posibilidad real de que personas comunes hayan construido Pirámides de Egipto en tan solo 20 años, las dudas sobre la construcción del templo Kailāsanātha son aún mayores.
Tallar bloques para ensamblarlos es un trabajo totalmente diferente al de tallar una montaña completa con cinceles y martillos, mucho más cuando observamos los detalles de su construcción.
Las teorías sobre los alienígenas ancestrales o antiguos astronautas ha sido discutida durante décadas por diferentes divulgadores e historiadores.
Haciendo mención a algunos de los personajes más relevantes en el análisis de esta parte de la historia, podremos nombrar a Erich von Däniken, Giorgio A. Tsoukalos, Robert Charroux, Peter Kolosimo, Zecharia Sitchin, Robert K. G. Temple y J. J. Benítez, entre muchos otros que han contribuido.
Todos ellos estudian las posibilidades de que ese tipo de monumentos hayan sido construido con tecnología exótica, que no pertenece a nuestro mundo.
Aunque esta teoría ha sido desestimada y ridiculizada en muchas ocasiones, la construcción de un monumento como el Kailāsanātha parece imposible sin tecnología actual. Mucho menos en un período de tiempo tan pequeño.
Referencias: hdnh
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