En la isla noruega de Spitsbergen, que forma parte del archipiélago del Ártico Svalbard, a unos 1,300 kilómetros del Polo Norte; se almacenan muestras duplicadas y copias de repuesto de semillas importantes en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard o también llamada «Bóveda del fin del mundo», es un intento de garantizar que las semillas estén seguras incluso después de catástrofes a gran escala.
Las semillas se mantienen a -18 °C (-0.4 °F) con acceso mínimo al oxígeno para retrasar el deterioro tanto como sea posible. Uno de los respaldos, en el caso de que cesara la electricidad es el permafrost circundante, el suelo congelado común en dichos territorios del norte.
Sin embargo, un nuevo informe del gobierno noruego muestra que las islas Svalbard se enfrentan a cambios significativos debido al calentamiento global.
Un panorama preocupante
Para el último cuarto de siglo, el informe pronostica que las temperaturas del aire en las islas aumenten en unos 10 °C (18 °F) si solo hay un límite mínimo de emisiones de gases y en unos 7 °C (13 °F) si hay un recorte más significativo de los gases de efecto invernadero.
El aumento de calor conducirá a una descongelación del permafrost, que afectará el suelo sólido alrededor de la instalación, probablemente liberando más metano y dióxido de carbono actualmente congelados en el suelo. Cabe recordar, que hace unos años, el deshielo del permafrost puso en peligro la bóveda al inundarla.
Pero no se trata solo de cambios de temperatura: la lluvia se volverá más común y más intensa, la temporada de nieve se acortará y las avalanchas y deslizamientos de tierra se harán más comunes. Si bien todo esto se refiere al futuro posterior a 2071, un vistazo a los últimos 50 años ya revela cambios dramáticos.
«La temperatura del aire en Svalbard ha aumentado de 3 a 5 °C durante las últimas 4 a 5 décadas. En los últimos años, ha habido episodios de fuertes lluvias durante el invierno. Los fiordos a lo largo de la costa oeste se han quedado sin hielo la mayor parte del año. El permafrost se ha calentado considerablemente, y ha habido una serie de avalanchas en y cerca de Longyearbyen», afirma el informe.
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Las estimaciones para futuros cambios en el archipiélago se basan en el modelo climático global presentado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en 2013. El escenario de altas emisiones analiza lo que sucederá si no hay cambios en nuestro comportamiento. El escenario medio es para reducciones drásticas después de 2040. El escenario de bajas emisiones de recortes drásticos después de 2020 es en este momento muy improbable.