A diario escuchamos noticias desalentadoras sobre el medio ambiente y los impactos negativos que los humanos estamos causando. Así que es refrescante escuchar algunas buenas noticias.
La capa de ozono muestra signos de una recuperación continua del daño causado por el hombre y es probable que se cure por completo en 2060, según muestran nuevas evidencias.
El último informe de la Evaluación Científica del agotamiento del ozono de las Naciones Unidas muestra que las medidas adoptadas con el Protocolo de Montreal están funcionando y han dado lugar a disminuciones a largo plazo de la abundancia atmosférica de sustancias que agotan el ozono controladas (SAO). Es un oportuno recordatorio de cómo la cooperación internacional y la diplomacia pueden imponer un cambio positivo significativo.
El Protocolo de Montreal se finalizó en 1987 en respuesta a la comprensión de que muchos de los químicos utilizados en aerosoles, sistemas de aire acondicionado, refrigeradores y solventes industriales estaban erosionando la estratosfera del planeta, creando un agujero y permitiendo que niveles dañinos de radiación ultravioleta se filtraran a través de la capa de ozono. El acuerdo internacional obligó a la comunidad mundial a comenzar la eliminación gradual de sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) y los halones.
Los niveles de ozono se están recuperando
Cada cuatro años, se publica un informe como este, que documenta la recuperación de la capa de ozono. La edición de 2018 muestra que los niveles de ozono en secciones de la estratosfera se han estado recuperando a tasas de 1-3 por ciento desde 2000. Y si las tasas de recuperación continúan como se prevé, el informe dice que el hemisferio norte y el ozono en latitudes medias deberían ser totalmente recuperado en la década de 2030, el ozono del hemisferio sur en la década de 2050 y las regiones polares antes de 2060.
Esto a pesar del hecho de que ha habido un aumento imprevisto en las emisiones globales de CFC-11 desde 2012. Como resultado, las disminuciones en las concentraciones globales entre 2014 y 2016 fueron solo dos tercios de la velocidad que tuvieron entre 2002 y 2012.
Las medidas tomadas para reparar el daño también tendrán un efecto beneficioso importante en el cambio climático, ya que algunos de los gases que causaron que la capa de ozono se adelgace también contribuyen al calentamiento de la atmósfera. La eliminación gradual de los mismos podría evitar hasta 0.5 grados celsius de calentamiento en este siglo.
«La cuidadosa combinación de ciencia autorizada y acción colaborativa que ha definido el Protocolo por más de 30 años y que se estableció para sanar nuestra capa de ozono es precisamente la razón por la cual la Enmienda Kigali es tan prometedora para la acción climática en el futuro» dijo Erik Solheim, jefe de Medio Ambiente de la ONU, en un comunicado de prensa.
Si la Enmienda Kigali se ratifica en 2019, las revisiones agregarán metas y plazos específicos para encontrar alternativas ecológicas a los hidrofluorocarbonos (HFC), restringir a los países que han ratificado el acuerdo de hacer negocios en sustancias controladas con aquellos que no lo hacen, y alentar los países más ricos para proporcionar ayuda financiera a los países pobres en transición a productos más verdes.
Esto, dicen los expertos, podría «ser la mayor contribución real que el mundo ha hecho hasta ahora para mantener el aumento de la temperatura global» según lo establecido en el Acuerdo de París. Según el informe, el mundo puede evitar hasta el 0,4 por ciento del calentamiento global de este siglo solo con la Enmienda Kigali.
Hasta hace poco, se pensaba que la mayoría de las fuentes principales de gases que dañan la capa de ozono se habían cerrado, hasta que los estudios mostraron sitios en China donde los gases aún estaban emergiendo. El gobierno chino se ha comprometido a encontrar y cerrar estos sitios.
Esperemos que así sea.
