Eridu es conocida como «la primera ciudad», el posible asentamiento más antiguo de la historia y, donde según la leyenda, descendieron los dioses que dieron inicio a la civilización tal cual la conocemos.
Ubicada cerca de Basora, Eridu es uno de los primeros asentamientos permanentes descubiertos en Mesopotamia y, posiblemente, del planeta entero.
Está a tan solo 22 kilómetros del sur de Nasiriyah, en Irak y a 20 kilómetros al suroeste de Ur, la antigua ciudad sumeria.
Eridu cuenta una historia única, adaptada en diferentes culturas del mundo, incluyendo la bíblica.
El hallazgo y estudio de Eridu
Fue investigada por primera vez por el arqueólogo británico J. G. Taylor, a mediados del siglo XIX. En el siglo XX, los británicos siguieron sus trabajos, pero esta vez bajo el mando de R. Campbell-Thompson y H. R. Hall.
Bajo el mando de la Dirección General de Antigüedades de Irak, el británico S. Lloyd y el iraquí F. Safar, fueron los encargados de dirigir las excavaciones a mediados del siglo pasado.
A Eridu la rodea un inmenso canal de drenaje que colinda con el emplazamiento al oeste y al sur. El antiguo canal principal de Éufrates abarca hasta el oeste y el noreste de la ciudad.
Hasta la fecha se han identificado 18 niveles de ocupación dentro del emplazamiento, cada uno con una arquitectura única de ladrillos de barro, que se fabricó durante los períodos Ubaid temprano y Uruk tardío.
Su forma de construcción superpuesta se debe a que Eridu es un Tell; un montículo de ruinas de miles de años de ocupación. Este tiene forma de óvalo, con dimensiones son de 580 metros de diámetro y su altura es de 7 metros.
La parte más alta contiene las ruinas de la ciudad del período Ubaid, donde hay casas, templos y cementerios. Todos construidos unos encima de otros durante 3000 años.
Así se entiende que Eridu nunca fue una inmensa ciudad, sin embargo, la relevancia que tuvo para los sumerios se debe a que era considerada la primera ciudad después del gran Diluvio Universal, además de ser donde descendió y habitó el dios Enki.
Actualmente las ruinas de la ciudad están en pésimo estado. Aun así se pueden apreciar los restos de un zigurat y de un colosal edificio al que los arqueólogos llaman «El Palacio».
Todos los trabajos de excavación han revelado que la época más importante de ocupación de Eridu fue en la III Dinastía de Ur. Época de unión entre los pueblos sumerios de Mesopotamia.
La llegada de los dioses
Las leyendas de Eridu son bastante significativas para la historia, mucho más por que poseen una primera versión del Gran Diluvio Universal bíblico, el cual se escribió en el 1600 a. C.
El mito se encuentra en una inscripción sumeria antigua encontrada en Nippur, otro encontrado en Ur y un fragmento escrito en sumerio y acadio encontrado en la biblioteca de Ashurbanipal en Ninive, escrito en el año 600 a. C.
De acuerdo al mito, Nintur, la diosa Madre, pide a sus hijos nómadas la creación de ciudades y templos. Así aparece Eridu como la primera ciudad, donde gobernaron los reyes Alulim y Alagar durante casi 50.000 años, de acuerdo a la Lista de los Reyes Sumerios.
La otra parte donde se menciona la ciudad habla del Gran Diluvio Universal provocado por Enlil. Éste, molesto por lo ruidosos que eran los humanos, decidió eliminarlos abriendo las compuertas del cielo, provocando el diluvio.
Enki, al ver esto, ordena a Atrahasis que construya un enorme barco, donde resguardará semillas y un macho y hembra de cada especie animal. Después del desastre, la primera ciudad en crearse sería Eridu.
Dentro del epicentro urbano de Eridu estaba el templo de Enki, o la Casa de las Aguas. Esto hace referencia al reino de Enki.
Obviamente, las similitudes que existen con textos posteriores, como el de Noé del Antiguo Testamento o Nuh del Corán.
Alienígenas Ancestrales
La teoría impulsada por el escritor e investigador Zecharia Sitchin habla de una interpretación diferente de los antiguos textos sumerios, sus mitos y leyendas.
Hacen referencia a un enorme planeta extraterrestre que fue atraído a nuestro Sistema Solar gracias a la fuerza gravitacional del Sol.
Los sumerios llamaron a este colosal planeta Nibiru. Al ser atraído por la fuerza gravitacional, su órbita se movía directamente hacia otro planeta llamado Tiamat; un mundo formado por grandes océanos. La colisión se produjo, afectando al mundo acuoso.
3600 años después, cuando su órbita lo trajo de nuevo a nuestro Sistema Solar, volvería a chocar con el ya destruido Tiamat, esta vez fusionándolo en dos porciones: La Tierra y el Anillo de Asteroides.
Ante este acontecimiento, la atmósfera de Nibiru se vio gravemente afectada, por ello, los habitantes de Nibiru decidieron enviar una expedición a la Tierra liderada por Enki, quién construiría la ciudad de Eridu para usarla como base de operaciones.
Enki fue el encargado de crear a la humanidad a través de la ingeniería genética ya que descubriría las colosales reservas de oro que existían en la Tierra. Mineral necesario para reparar la atmósfera de Nibiru.
Acreedora de teorías y controversias, Eridu es una ciudad que nos ha dado mucho material, desde su mitología hasta su arquitectura, para estudiar y comprender las primeras civilizaciones que existieron en el planeta, así como su evolución hasta nuestros días.
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