Una de las esculturas más cautivadoras e inquietantes descubiertas es La dama de Elche. Su enigmático tocado ha desconcertado a investigadores durante más de un siglo, ya que para algunos tiene la forma de un casco que podría relacionarla con una civilización antigua desaparecida o con visitantes de otros mundos.
Cuando hablamos de ciencia y avances tecnológicos, con toda probabilidad pensamos en los últimos cien años y en todo lo que la humanidad ha creado. La capacidad de volar, navegar a través de mares y océanos, la exploración espacial y la era digital son algunas de las invenciones más notables. Pero, ¿qué tal si en el pasado remoto la humanidad ya contaba con formas de tecnología avanzada?
La Dama de Elche: un descubrimiento asombroso
Para algunos, no es más que la escultura de una poderosa reina o respetada sacerdotisa antigua. Para otros, es prueba fehaciente de los avances tecnológicos usados en una civilización perdida en el tiempo. ¿De qué estamos hablando? De la enigmática Dama de Elche y su particular atuendo, un hallazgo arqueológico de finales del siglo XIX.
La Dama de Elche es una escultura hallada por casualidad en el yacimiento de La Alcudia, región de Elche, Alicante (España). Según los expertos, data de los siglos V y IV a.C., y su descubrimiento confirma la existencia de una cultura ibérica antigua. Este busto fue esculpido con gran habilidad sobre una piedra caliza porosa, y tiene una altura de 56 cm, un ancho de 45 cm y una profundidad de 37 cm.
Su descubrimiento
Llama la atención las condiciones en las que fue hallada La Dama de Elche en agosto de 1897. Con respecto a otras esculturas del mismo yacimiento, este busto parece haber estado fuera de contexto. Se encontró dentro de una hornacina o nicho, y fue puesta allí deliberadamente para ser protegida de los elementos o de algún tipo de amenaza.
De tal manera que es casi imposible saber cuál es su significado por no tener relación con el entorno en el que se encontraba.
Ahora bien, en otro sitio de la costa mediterránea ubicado cerca de Italia, fueron hallados cientos de artefactos extraños pertenecientes a una civilización desconocida. ¿Pudiera haber alguna relación entre estos y la controversial Dama de Elche?
El misterioso «casco» de La Dama de Elche
Toda la pieza pesa unos 65 kilogramos y representa a una mujer hermosamente ataviada con tres prendas: una túnica, un vestido y un manto abierto de solapas. Pero lo que más llama la atención son los dos grandes rodetes que enmarcan su rostro, como dos estuches de pelo trenzado decorados con formas de flor de loto y perlas.
La intrincada estructura que lleva sobre la cabeza La Dama de Elche sugiere que su real portadora era una reina poderosa, ya que solo una mujer de la alta aristocracia podría lucir un decorado tan espectacular y majestuoso. Pero otros investigadores consideran que se trató de una sacerdotisa o una diosa antigua. Algunos estudiosos la relacionan a la diosa de Cartago, Tanit, la divinidad de la luna, la sexualidad, la fertilidad y la guerra.
Ahora bien, para algunos pensadores modernos, lo que la mujer lleva sobre sí no es más que un casco con avanzada tecnología antigua. Algunos investigadores han propuesto que la dama habría sido una descendiente de unos colonizadores de la Atlántida en esa región de Iberia. Su tocado tecnológico reflejaría la naturaleza altamente avanzada de esta civilización.
Otros hallazgos arqueológicos relacionados a La Dama de Eche
En 1971, unas fuertes lluvias causaron un deslave que puso al descubierto una gran cantidad de objetos antiguos que habían estado sepultados cerca del pueblo italiano de Girifalco, en la región de Caria. Entre los restos se encontró la cabeza de terracota de una mujer inscrita con símbolos extraños.
Además, fueron hallados artefactos como tabletas de arcilla, discos de terracota y objetos cerámicos con símbolos antiguos que figuraban en el yacimiento arqueológico.
Muchos de estos objetos están hechos con materiales piezoeléctricos, capaces de producir corriente eléctrica cuando se colocan bajo tensión mecánica. Casualmente, los templos megalitos presentes en todo el planeta fueron edificados calcita, cuarzo y arcilla, elementos piezoeléctricos.
De tal manera que cabe la posibilidad de que, en el pasado, una civilización avanzada haya sido capaz de conocer y controlar las propiedades físicas de la materia terrestre. El casco de La Dama de Elche quizá fue un artefacto tecnológico con el que se podían emitir y recibir señales electroacústicas.
Todo parece indicar que aquellos objetos desenterrados por la lluvia pertenecieron a una civilización perdida, una sociedad de la que aún no se tiene constancia verídica. Son muchos los misterios ocultos bajo tierra y en las profundidades del mar que esperan a ser descubiertos.
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