Misteriosa y divina alineación estelar de las pirámides de Giza con la constelación de Orión y de la Gran Esfinge con Leo.
Teoría de la correlación de Orión: habla de una alineación perfecta entre las tres pirámides con las tres estrellas del cinturón de Orión. La Gran Esfinge también se alinearía con Leo y hasta el río Nilo con la Vía Láctea. Los egipcios quisieron trazar el firmamento porque dioses como Osiris tenían su reino en Orión y otras constelaciones (eran seres estelares).
La teoría fue desarrollada de manera profunda por Robert Bauval y Adrian Gilbert en su libro El Misterio de Orión, descubriendo los secretos de las pirámides.
Alineación estelar de las pirámides de Giza con Orión
Según El Misterio de Orión, las tres pirámides de Giza, Jufu, Jafra y Menkaura ocupan el mismo espacio referente de las tres estrellas Alnitak, Alnilam y Mintaka del cinturón de Orión. Las distintas magnitudes de brillo de esos astros se asocian al tamaño de cada pirámide.
A pesar de que sí se nota una alineación, ésta no es perfecta, ya que el trazado está desajustado por unos grados. En el libro, ese desajuste se explica con la hipótesis de que las pirámides se construyeron en los años 10500 a. C. (!) y que en ese tiempo sí había una alineación perfecta.
Eso cambiaría la historia totalmente, ya que habrían sido erigidas 8.000 años antes de la fecha de construcción establecida por historiadores: entre 2550 y 2490 a. C. Para Bauval y Gilbert, ya habían sido edificadas mucho antes que los egipcios, por una civilización desconocida.
Otro dato impactante es que la alineación con el cinturón de Orión hubiera sido difícil de desarrollar por los egipcios. Tenían que haber tenido un punto de referencia desde el cielo. Los antiguos egipcios no tenían aeronaves (aunque ese es otro tema a discutir, debido al arte egipcio que parece mostrar aeronaves, como en el templo de Abidos, Egipto).
Una compleja alineación con varias constelaciones y estrellas
La correlación de Orión ha sido criticada por otros científicos, como el astrofísico Juan Antonio Belmonte. A pesar de esas críticas, la alineación es bastante sustancial. La pirámide de Menkaura presenta una misma inclinación que la de la estrella Mintaka del cinturón. Esa es una prueba contundente.
Y la correlación no se queda ahí. Para los antiguos egipcios, esta constelación del Cazador fue muy importante. El dios Sah fue el padre de los dioses y se dice que podría ser el mismo Osiris. Sah era la personificación de Orión.
Orión aparece en el cielo nocturno antes que la estrella Sirio, cuyo amanecer helíaco se usó como base para el Calendario Solar Egipcio. Sirio era la diosa Sopdet, esposa de Sah y se dice que Sopdet se convirtió en Isis (esposa de Osiris). Osiris habitaba en el Duat, el inframundo ubicado en la parte del cielo donde Orión y Sirio se levantan por delante del Sol.
En una figuración más completa, egiptólogos han deducido que la necrópolis de Giza, con sus pirámides faraónicas, la Gran Esfinge y el río Nilo, son una representación conjunta y monumental del reino de Osiris. Además de las tres Grandes Pirámides siendo el cinturón del Cazador, la Gran Esfinge sería la constelación de Leo y el Nilo sería la Vía Láctea.
Estas asombrosas alineaciones estelares de las pirámides de Giza y otros puntos emblemáticos demuestran que los antiguos egipcios tenían un enigmático conocimiento divino de la astronomía. La razón del alineamiento podría estar en que Orión era el reino de dioses egipcios como Osiris (serían extraterrestres).
Referencias:
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