Varios de los textos sagrados más antiguos de la Tierra narran la historia de una ciudad que fue construida por un dios y destruida por naves espaciales. La leyenda había quedado en el olvido hasta que, en años recientes, se encontraron rastros de aquel mítico lugar. Dwarka, la ciudad perdida, ha dado claras señales de su existencia.
La ciudad construida por un dios
La actual ciudad de Dwarka, ubicada al oeste del estado indio de Gujarat, debe su reputación a la antigua y perdida localidad con el mismo nombre. Según relatan las vedas, o escrituras sagradas hindúes, el dios Krishna en persona ordenó la construcción de Dwarka. No es casualidad que dicho nombre signifique «Puerta al Cielo».
Antes de edificar la ciudad, Krishna, el octavo Avatar del dios Vishnu, vivía en la ciudad de Mathura. Este reino fue atacado unas diecisiete veces por Yarasandha, rey tirano y gobernante de Magadha. En cada uno de estos enfrentamientos, Krishna consiguió mantener su posición defendiendo su ciudad y derrotando a los invasores.
Pero Yarasandha no se rindió, y decidió atacar la ciudad una vez más. Fue entonces cuando Krishna, a fin de no arriesgar más a su pueblo, decidió construir una ciudad portuaria como primera línea de defensa. Escogió la costa occidental de la India para edificar una de las ciudades mitológicas más hermosas y avanzadas de todos los tiempos.
La construcción de la ciudad
Una de las versiones de la historia sugiere que Krishna solicitó la ayuda de Vishwakarma, el constructor celestial, para llevar a cabo la edificación de su ciudad. La deidad de la construcción accedió a su solicitud, pero encontró un grave problema que impedía iniciar: la falta de tierra.
Entonces le informó a Krishna que la obra solo podía comenzar si el señor del mar, Samudradeva, le proporcionaba algo de tierra. Afortunadamente, Krishna llevaba mucho tiempo adorando al dios del mar, y este, complacido, le cedió 12 jojanas de tierra. Con todo el espacio disponible, estos seres celestiales terminaron la labor en poco tiempo.
La gran ciudad de Dwarka
Rápidamente, la recién construida ciudad se llenó de vida, convirtiéndose en uno de los asentamientos humanos más famosos y prósperos del mundo. Se dice que la ciudad albergaba a miles de personas y que tenía cientos de palacios. Todas las comodidades y elementos tecnológicos que jamás se hallan visto en una ciudad antigua.
Igualmente, Dwarka estaba muy bien protegida y equipada para defender cualquier ataque enemigo. A ella solo se podía llegar por el mar, lo que dificultaba enormemente cualquier intento de asedio. Además, su infraestructura estaba muy bien planificada y distribuida, dividida en seis sectores que a su vez se dividían en zonas comerciales y residenciales.
Las descripciones presentes en los textos sagrados hindúes sobre la ciudad de Dwarka nos hacen imaginar una ciudad futurista y paradisiaca. Tenía grandes y hermosas carreteras, jardines y lagos artificiales, plazas bellamente decoradas y más de 800 palacios hechos de oro y piedras preciosas.
La destrucción de Dwarka por un Vimana
Pero el esplendor de Dwarka no duró mucho, puesto que un rey llamado Salwa emprendió un ataque fulminante contra Krishna y su increíble ciudad. Las descripciones que se recogen en los antiguos textos sagrados hindúes sugieren que el encuentro se trató de una batalla aérea. Vehículos voladores de guerra invadieron el cielo sobre la ciudad, y el momento de la verdad llegó.
Uno de los registros señala que Lord Krishna golpeó con dieciséis flechas de luz a Salwa y su carruaje volador. Como contrataque, Salwa disparó a la ciudad de Dwarka desde sus poderosas armas que se asemejaban a rayos. Estos guerreros poseían vehículos voladores, llamados Vimana, que eran usados para viajar y para hacer la guerra.
Una narración sorprendente
Actualmente, la descripción de Vimana de Salwa King puede ser interpretado como un OVNI, ya que voló a una velocidad inigualable y estuvo en diferentes lugares en pocos segundos. Asimismo, las armas utilizadas durante esta guerra parecían ser misiles, que crearon mucha destrucción.
Grandes secciones de la ciudad de Dwarka fueron destruidas, quedando sumergidas en el mar. Una batalla épica que parece sacada de una película de ciencia ficción de la actualidad. Para los defensores de la teoría de los antiguos astronautas, este relato es una prueba más de que no estamos solos en el universo.
Además, recientemente, los arqueólogos submarinos han descubierto los restos de una ciudad sumergida costas cercanas a la actual ciudad de Dwarka. Al parecer, la leyenda de la ciudad construida por un dios no es del todo falsa.
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