La única especie inmortal de la Tierra es una diminuta medusa transparente que tiene un fantástico poder de regeneración y no muere de causas naturales.
A lo largo de los siglos, siempre han existido mitos sobre la inmortalidad, esa capacidad divina de vivir para siempre. Sin embargo, a veces los mitos pueden tener una pizca de verdad, pues existe una criatura que se acerca la inmortalidad: una pequeña medusa transparente.
Las medusas son especiales en muchos sentidos. Para empezar, no tienen cerebro ni corazón. Tienen una sola abertura por donde entra la comida y salen los desechos. Además, son las nadadoras más eficientes en los océanos; usan menos energía para cubrir una distancia que cualquier otra criatura del mar.
Sumado a esto, existe una medusa inmortal, que tiene la capacidad de volver a su forma de larva juvenil una y otra vez; algo así como un Benjamin Button de las profundidades.
¿Cómo ocurre esto?
Completamente desarrollada, la medusa inmortal mide solo unos 4,5 mm (0,18 pulgadas) de ancho, es más pequeña que una uña del dedo meñique. Posee un estómago de color rojo brillante, que es visible en el medio de su campana transparente, y sus bordes están revestidos con hasta 90 tentáculos blancos. Sin embargo, estas criaturas diminutas y transparentes tienen una habilidad de supervivencia extraordinaria.
Cuando una medusa inmortal (nombre científico: Turritopsis dohrnii) envejece, sufre un daño físico o se encuentra en aguas demasiado frías o calientes, la especie puede evadir la muerte volviendo a una etapa de pólipo, la etapa más temprana de la vida del organismo. Esto lo logra reabsorbiendo sus tentáculos y llegando a descansar como una masa de células indiferenciadas en algún lugar del fondo marino.
A partir de aquí, el pólipo joven puede brotar y producir nuevas formas adultas, cada una más pequeña que la uña en su meñique cuando está completamente desarrollada.
Estos brotes maduros son genéticamente idénticos al pólipo, así que la medusa inmortal puede retroceder y avanzar de manera efectiva entre la etapa de medusa y pólipo en su ciclo de vida.
El mecanismo celular detrás de esto, es un raro proceso conocido como transdiferenciación, este es de particular interés para los científicos por sus posibles aplicaciones en medicina.
Al experimentar la transdiferenciación, una célula adulta, que está especializada en un tejido particular, puede convertirse en un tipo de célula especializada completamente diferente. Es una forma eficiente de reciclar células y un área importante de estudio en la investigación de células madre que podría ayudar a los científicos a reemplazar células dañadas por una enfermedad.
En 2022, investigadores en España estudiaron su genoma, cuando intentaban descubrir qué genes están presentes o faltantes en la medusa inmortal, en comparación con sus parientes. Es así que identificaron casi mil genes relacionados con el envejecimiento y la reparación del ADN de T. dohrnii. Sin embargo, hasta ahora, los expertos no tienen muy claro cómo vive durante tanto tiempo esta especie, solamente el mecanismo cómo lo hacen.
En el futuro, los científicos continuarán estudiando este asombrosa especie, a la espera de desentrañar los misterios de la medusa inmortal, y así ayudar a proporcionar pistas sobre el envejecimiento humano.
Referencias: Clarín / Reuters / American Museum of National History / Instituto Smithsonian.
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