La mitología nórdica está llena de relatos atrayentes y cuenta con numerosos personajes, la mayoría de ellos son deidades con increíbles poderes. Una de las historias pertenecientes a esa era que el mundo más conoce, está relacionada con la mítica lanza del dios Odín.
Se trata de un arma –mágica y al mismo tiempo poderosa- que representa el símbolo de fuerza del principal dios nórdico. Por eso, escritores de diferentes épocas han contado a través de los siglos, varios aspectos sobresalientes de esta mítica lanza y su portador.
Aunque la mitología nórdica se caracteriza por la poca información del origen de sus principales deidades, ocurre lo contrario con los objetos que estos portaban. Tal como sucede con la mítica lanza del dios Odín, de la cual existe bastante información, que de seguro les resultará por demás interesante.
¿Cómo obtuvo el dios Odín su mítica lanza?
Tomando en cuenta lo que se relata en la «Edda Poética», Loki le había jugado una broma pesada a la esposa de Thor, que terminó arruinando su preciosa cabellera dorada. A raíz de ese percance, emprendió un largo viaje hasta Svartálfaheim, uno de los nueve mundos que conforman el cosmos Snorri Sturluson.
Una vez que Loki se reunió con los Hijos de Ivaldi, le pidió que crearan una cabellera de oro mágica. Con esta podría recompensar el daño causado a Sif, la esposa de Thor. Estando en el taller de aquellos trabajadores, fijó su atención en una portentosa lanza, y no dudó en pedírsela a los enanos.
Ante aquella singular petición, los Hijos de Ivaldi no dudaron en acceder y se la entregaron como un presente para los dioses. Así fue como aquel preciado objeto llegó a manos del dios Odín, para convertirse en la mítica lanza con la cual libraría heroicas batallas.
Características de la mítica lanza de Odín
Se dice que el arma no solo era extremadamente afilada, sino que estaba perfectamente equilibrada y nunca falla su objetivo. Asimismo, el Gungnir tenía certeros golpes mortales y podía perforar cualquier cosa, sin importar cuán difícil sea. Ningún poder, objeto o ser, podría derribarla o destruirla en pleno vuelo. Y al igual que el martillo de Thor, una vez que Gungnir alcanzaba su objetivo, siempre volvía a la mano de Odín.
También es reconocido el nombre de Gungnir, una palabra que significa «violento temblor o sacudida». Algunos escritores han llamado así a la mítica lanza del dios Odín, debido al efecto que producía cuando era lanzada y alcanzaba su objetivo.
El equilibrio era parte esencial de esta poderosa arma mitológica, tanto que siempre daba en el blanco cada vez Odín la empleaba en batalla. La efectividad de la mítica lanza, ha sido comparada de manera moderna con un misil dirigido por un rayo láser, puesto que jamás fallaba.
Con relación a las características de Gungnir, Phil Coppens comentó en una ocasión: «Claramente es un arma de tecnología avanzada y no un artefacto primitivo. Incluso hoy día existen esas clases de armamento y se emplean regularmente en las guerras».
David Childress, autor del libro Technology of the Gods cree que «Gungnir era una especie de arma de alta tecnología. Siempre daba en el blanco, como un misil guiado por láser o algo así, que simplemente no falla una vez que ha sido programado».
¡Probada en acometimientos memorables!
Siendo el símbolo de fuerza del dios Odín, es lógico pensar que la mítica lanza fuera utilizada por su portador en memorables acometimientos. Precisamente en la Edda de la Prosa, se destaca cómo sería usada en la última batalla de los dioses llamada el Ragnarok.
En una descripción muy detallada de los hechos de esta importante batalla, aparece Odín cabalgando en su caballo. Se le puede ver ataviado con una elegante capa de malla, así como un imponente casco dorado y portando en su mano la mítica lanza.
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El supremo dios nórdico, debía enfrentarse en una tenaz lucha a un descendiente de Loki, el monstruoso lobo de nombre Fenrir. Como de costumbre, Odín iniciaba la batalla arrojando su mítica lanza contra los enemigos.
Pero, lanzar su poderosa y mágica arma no sería suficiente para vencer en esta ocasión, pues Ragnarok significaría el final para él. Sí, Fenrir el gigantesco lobo hijo de Loki terminaría matándolo, para posteriormente ser vengado por uno de sus hijos, Vidarr.
El sentido simbólico de arrojar la lanza mítica de Odín
Los distintos relatos que narran los hechos de la mitología nórdica y la legendaria lanza del Dios Odín, refieren que lo primero que hacía la deidad escandinava, era arrojar su lanza. Con el tiempo, ésa acción adquirió un propósito simbólico para los futuros guerreros vikingos que dominaron gran parte de Europa.
Aunque hoy en día, los vikingos están asociados con hachas y espadas, las lanzas también fueron armas principales usadas durante ese tiempo. En distintos hallazgos, los arqueólogos han encontrado muchas lanzas vikingas con runas grabadas que se asemejan a las que contenía Gungnir, mencionadas en la literatura. Los vikingos creían que al imitar al Gungnir, sus lanzas tendrían el mismo poder y precisión en la batalla.
Los adoradores del dios Odín solían arrojar contra sus enemigos una lanza, luego le hacían una oración y daban comienzo a la batalla. Recrear esta acción era como una especie de dedicatoria que los vikingos realizaban en el campo de batalla, en honor a su principal deidad.
Para la mitología nórdica, Gungnir sigue siendo el arma mítica más importante y posiblemente la más poderosa. Esto se debe a que nunca falla su objetivo, puede penetrar a través de cualquier cosa imaginable y todo lo que se jura sobre ella… sucederá. Incluso en la actualidad, esta mítica lanza sigue simbolizando la autoridad de Odín y es un testimonio de la rica cultura y el simbolismo de los nórdicos.
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