En el pasado, hubo ciudades y naciones esplendorosas que fueron la cuna de civilizaciones legendarias, cuyos nombres se recuerdan hasta el día de hoy. Roma, Babilonia, Atenas y Alejandría son tan solo algunas de las más conocidas, y sus legados perviven claramente en nuestras memorias. Ahora bien, ¿has escuchado hablar de Hattusa, la capital del imperio Hitita?
Hattusa, la capital del imperio Hitita
Hattusa fue la capital de Hatti o el imperio hitita, un Estado de la antigüedad que se originó alrededor del siglo XVII a.C. Este gran asentamiento se ubicó cerca de lo que hoy conocemos como Bogazkale, provincia de Corum, en la región del Mar Negro de Turquía.
Para muchos historiadores, Hatti merece ser considerada como una de las grandes superpotencias del mundo antiguo.
De hecho, en unos escritos egipcios conocidos como las Cartas Amarna, se les incluye entre otras potencias como Asiria, Babilonia y Mitanni. Sin embargo, sucumbieron como nación a partir del siglo XII, y después fueron borrados de la historia.
Hattusa era una pequeña ciudad fundada por los Hatti, una comunidad que vivía en la zona antes de la llegada de los hititas. Los hititas fueron una comunidad de origen indoeuropeo cuya lengua, escrita en jeroglíficos, está emparentada con el idioma asirio. A su llegada, Hattusa se convirtió en la capital de un gran imperio.
Una nación avanzada y poderosa
A los hititas se les atribuyen importantes avances en materia de armamento y política, lo que contribuyó a su gran poder militar. Por ejemplo, fueron los primeros en dominar el uso del hierro para fabricar utensilios y armas muy efectivas.
Según los restos hallados en las excavaciones arqueológicas, crearon un tipo de carro de combate ligero de dos caballos y en emplear ruedas con bordes de hierro para resistir la superficie rocosa de los caminos, que contribuyó a que obtuvieran continuas victorias.
Igualmente, los hititas fueron célebres, junto con los egipcios, en el arte del pacto y acciones diplomáticas. Tal es el caso del famoso tratado de Kadesh, uno de los más antiguos pactos militares de los que se tienen constancia.
Asimismo, los agricultores mejoraron los sistemas de riego, rotaron los cultivos e inventaron diversas herramientas de labranza.
Por varios siglos, los hititas consolidaron un imperio que bien pudo dejar una profunda huella en la historia.
Hallazgos sorprendentes en las ruinas de Hattusa
A mediado del siglo XVII a.C., gobernó en Hattusa un hitita llamado Hattusili, quien tal vez adoptó este nombre después de su ocupación de Hattusa. Durante su reinado, se construyeron edificios monumentales y grandes murallas dobles reforzadas con más de cien torres. Además, se edificaron templos dedicados a las deidades adoradas por estos aguerridos soldados.
En el año 2016, los arqueólogos encontraron un gran túnel secreto en las ruinas de Hattusa, de más de 2300 años de antigüedad. Durante la excavación fue encontrada una tabla en donde se registran instrucciones de un rey a los sacerdotes sobre lo que debían hacer durante las ceremonias. Esto parece indicar que el túnel tenía alguna función sagrada.
La misteriosa Gran Roca Verde
Uno de los descubrimientos más sorprendentes encontrados en Hattusa es la Gran Piedra Verde, una roca grasienta de serpentina o nefrita ubicada en uno de sus templos. Los lugareños se refieren a ella como la piedra del deseo, y los expertos no saben explicar cómo llego hasta este lugar.
Algunos creen que la piedra verde fue traída desde Egipto como un regalo hecho por Ramsés II después del tratado de Kadesh. Sin embargo, como no hay registros que confirmen esta teoría, el origen de la extraña roca sigue siendo un misterio. Quienes has puesto su mano sobre ella, afirman que de su interior emana una fuerza inexplicable.
Los hititas eran expertos en mampostería
Los constructores de la antigua Hattusa eran canteros experimentaros, y dejaron una clara evidencia de ello en sus edificaciones. Por ejemplo, el Gran Templo de Hattusa es una construcción megalítica muy particular, con toda su base hecha de piedra andesita. Además, incluye piedras grandes de hasta 8 metros de longitud y un peso de más de 50 toneladas.
Curiosamente, algunos han encontrado una gran similitud entre este gran templo y los elementos de diseño hallados en Qoricancha o Sacsayhuaman, en Perú.
Por otro lado, algunas rocas están perforadas con muchos agujeros que parecen hechos con un taladro de la actualidad.
Final de Hattusa
A pesar de sus grandes logros el fin del imperio hitita llegó abruptamente (1200 a.C., aprox.). En su apogeo, la ciudad de Hattusa albergaba a unos 50.000 habitantes, pero su pista se perdió, se sospecha que los Kaskas o alguna tribu frigia la destruyeron y el sitio permaneció aislado hasta que fue redescubierto en los tiempos modernos.
Curiosamente, los arqueólogos indican que, al mismo tiempo que la destrucción de Hattusa, otras grandes ciudades del Cercano Oriente también enfrentaron la aniquilación.
Sin embargo, saber qué ocurrió exactamente durante ese tiempo y qué tipo de ejército tenía en su poder armamento tan avanzado como para derribar ciudades poderosa, sigue siendo un enigma.
La ciudad de Hattusa albergaba murallas formidables que se consideraban una de las defensas más fuertes que cualquier ciudad de la edad del bronce en el Cercano Oriente o en cualquier otro lugar del mundo antiguo.
Por ello, algunos estudiosos argumentan que estas ciudades no fueron incendiadas por ejércitos invasores, sino que fueron destruidas por una fuerza, no de la Tierra. Esto ha llevado a cuestionar si es posible que la ciudad de Hattusa fuera destruida quizás por un cometa, el impacto de un asteroide en el pasado distante o algo más…
Hattusa fue un verdadero imperio, que repentinamente se vino abajo y desapareció casi por completo de la historia. seguramente, a medida que se hagan más investigaciones, saldrán a la luz más detalles sorprendentes sobre esta cultura ancestral.
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