El Samsara es una negativa representación del ciclo de la vida y la reencarnación, parte de una evolución humana relacionada al karma.
La rueda del Samsara habría sido diseñada por Buda mismo y aparece en monasterios de países como la India, China y el Tíbet. Ilustra un ciclo negativo de reencarnación y sufrimiento humano, así que necesitaríamos escapar de él, luego de alcanzar la llamada iluminación espiritual.
Saṃsāra viene de la palabra en idioma sánscrito saṃsārí, y significa «fluir junto». También se ha interpretado como «vagabundear por el sufrimiento». Es parte esencial de las corrientes filosóficas del budismo, hinduismo y jainismo (hasta de los gnósticos y de los Rosacruces).
El diagrama del Samsara y todo lo que representa
- El eje circular central contiene los llamados 3 venenos: de la ignorancia, el apego y la aversión;
- La segunda capa es el karma;
- La tercera capa: los 6 reinos de la existencia cíclica;
- La cuarta capa: los 12 eslabones de la originación dependiente;
- La figura gigante que sostiene la rueda es Yama, dios de la muerte;
- La Luna arriba: liberación del ciclo;
- El Buda que apunta a la Luna indica que la liberación es posible.
Los 3 venenos están ilustrados por un cerdo, un ave y una serpiente. Representan la ignorancia, el apego y la aversión, respectivamente. Llevan a realizar acciones positivas y negativas, así que afectan el karma.
La segunda capa muestra un lado claro (acciones positivas) y otro oscuro (negativas). Del karma nacen los 6 reinos, vistos con los gráficos circulares en forma de cuña. Son formas de existencia o estados mentales en los que nace cada individuo. En todos aparece Avalokiteshvara, un ser avanzado que muestra el camino hacia la liberación del alma.
Distintos reinos o dimensiones: reino de dios, reino de humanos, etc.
Los reinos superiores consisten en la dimensión de dios, semidios y del humano. Los inferiores consisten en el infierno, el reino animal y el del «fantasma hambriento».
Estos 6 reinos son planos existenciales en donde nacemos o renacemos. Todos incluyen distintos tipos de sufrimiento. La rueda de Samsara siempre contiene sufrimiento, incluso el reino de dios, donde los dioses se distraen de una forma hedonista y olvidan practicar el dharma (una ley universal y un deber ético y religioso).
La dimensión de los humanos es considerada como la mejor oportunidad para practicar el dharma, porque, según Dzongsar Khyentse, los dioses son muy felices y el infierno es muy doloroso. El reino humano no es tan feliz ni tan doloroso, así que podemos decidir mejor y adquirir una «normalidad de la mente».
Los 12 eslabones de la originación dependiente representan: la ignorancia, la formación, la consciencia, el cuerpo y la mente, los sentidos, el contacto humano, la sensación, la sed, el provecho, la conversión, el nacimiento y la muerte.
La Luna es el mismísimo nirvana, la liberación que pone fin al sufrimiento, donde el ser humano se siente totalmente bien, en paz. Buda apunta a esto, es la entidad que nos dirige a esa liberación (es la iluminación espiritual).
El hinduismo y budismo creen en un espíritu eterno que realiza la reencarnación. Nuestro cuerpo solamente sería una encarnación. La rueda de Samsara ilustra un tipo de multiverso, con distintas dimensiones, aunque todas incluyen sufrimiento, hasta el reino de dios. Lo positivo es que no estaríamos en un verdadero infierno y tendríamos la capacidad para liberarnos.
Referencias: EncyclopediaOfBuddhism / MundoBuda / LearnReligions.
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