El mundo ha sido testigo de misteriosas posesiones que han afectado la vida de las personas. Sin importar si somos o no creyentes, existen casos que la ciencia no ha podido explicar, casos en los que se necesitaron exorcistas entrenados en el Vaticano.
Por 36 años, Gabriele Amorth fue considerado como el exorcista más importante del Vaticano y la diócesis de Roma. Entrenado totalmente dentro de los aposentos de la Santa Sede, afirmó haber realizado 130,000 exorcismos asombrosos en su tiempo.
Hasta el año 2016 (año de su muerte), batalló durante todo su ministerio en una gran cantidad de veces con «Satanás», los cuales fueron comentados en numerosas ocasiones a través de entrevistas dadas a medios de comunicación de todo el país.
Sin embargo, esos «encuentros» con el Diablo y otros espíritus no han minimizado después de su muerte y, de hecho, han aumentado al punto en que la propia iglesia y el Vaticano se han visto saturados.
El Vaticano entrena exorcistas
De acuerdo a diferentes medios de comunicación, los casos de posesión, tan solo en Italia, han alcanzado el medio millón por año y el Vaticano, debido a la urgencia, ha decidido «capacitar» a más sacerdotes para poder atacar los focos de posesión.
En el año 2016, la iglesia católica reveló un plan sin precedente alguno. Un método para poder luchar contra este incremento de «posesiones demoniacas»… Una especie de curso intensivo para exorcistas entrenados en el vaticano.
Beningo Palilla, quién actualmente ejerce como sacerdote exorcista del Vaticano fue quien anunció este perturbador seminario, teniendo en cuenta que este, en muchas ocasiones, es un tema controversial.
Una de las posibles causas del alza demoniaca que ha existido en el mundo, de acuerdo a lo que se explica dentro del seminario es que las personas son cada vez más propensas a asistir a adivinos, consultas de esoterismo y actividades similares que abren las puertas a los espíritus demoniacos y la posesión.
Aunque esto siempre será algo polémico, pues no existe algo palpable que demuestre si esto es cierto o no. De hecho, el mismo Palilla asegura que no todos los casos de posesión son reales y algunos se deben a problemas psicológicos o salud de los afectados. Sin embargo, lo que sí es verdad es que hay casos de comportamientos que la ciencia no puede explicar.
Exorcismos dentro de Vaticano
El Padre Amorth, dentro de los numerosos relatos que dio en medios de comunicación, mencionó los exorcismos realizados dentro de Vaticano, especialmente los realizados por el propio Juan Pablo II.
El 4 de abril de 1982, una joven llamada Francesca se presentó en la audiencia papal en el Vaticano. El obispo de la diócesis a la que pertenecía la chica fue quien le preguntó al Papa si podría exorcizarla, a lo que el accedió.
En su capilla privada, Juan Pablo II realizó el exorcismo, mientras la joven solo pataleaba, se retorcía y escupía en el suelo ante los ojos incrédulos de todos los presentes.
Otro suceso se dio en una época mucho más reciente, en el año 2000. El padre Amorth relata como él, junto a su colega Giancarlo Gramolazzo, recibieron la visita de una joven mujer de 19 años para ser exorcizada. La sesiones tenían lugar durante las tardes, por lo que en las mañanas, la muchacha estaba libre.
Ese día había querido acudir a la asistencia general con el Papa, la cual se daba en la Plaza de San Pedro. Al llegar, los encargados de la seguridad notaron actitudes extrañas en ella, por lo que decidieron pasarla al frente, donde estaban las personas enfermas.
Cuando el Papa comenzó a dar su bendición, la chica comenzó a gritar de manera demoníaca. Además demostró una fuerza desproporcionada para una joven de su edad, derribando con facilidad a varios guardias. Rápidamente se le comunicó al Papa quien solicitó que la llevaran a un lugar apartado para poder exorcizarla en una sesión que contó con la presencia de sus padres.
¿Existen realmente las posesiones demoniacas? ¿Son necesarios los exorcistas?
Cabe resaltar que nuestra época tiene muchos problemas para aceptar la creencia en Dios, el diablo y la teoría de las posesiones demoniacas, aun cuando escuchamos testimonios realmente perturbadores, como los del padre Amorth.
La existencia de un «algo» superior a la humanidad, sea un Dios religioso, un ser interdimensional o una civilización más avanzada a la nuestra es una creencia que está presente en cada uno de nosotros. De una u otra forma, la humanidad «cree» y tiene fe en algo que desconocemos.
Sean demonios, seres de otros mundos manipulándonos para ver cómo actuamos ante estos sucesos (recordemos que existen muchas hipótesis que sugieren una relación entre el Vaticano y civilizaciones extraterrestres), la fe en que algo pueda ayudarnos siempre es necesaria.
Aun así hay algo que queda sumamente claro; el «mal» no solo puede combatirse, sino vencerse.
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento.