En las primeras horas del jueves 21 de junio, un meteorito fue visto en varias ciudades rusas, incluyendo Lipetsk, al sureste de Moscú, y otras como Kursk y Voronzeh. Se cree que medía unos 4 metros (13 pies) de ancho, y estuvo acompañado, según algunos testigos de un boom sónico.
Mediante un video se lograron capturar imágenes del meteoro, dejando ver que éste se iluminó dramáticamente a medida que se quemaba en la atmósfera. Las imágenes de un satélite meteorológico también lograron capturar el momento desde el espacio.
La NASA también rastreó el meteoro y lo catalogó como un evento de bola de fuego, estos son descritos como meteoros excepcionalmente brillantes que se pueden ver en una amplia área. Los expertos dijeron que explotó a una altitud de unos 27,2 kilómetros (16,9 millas), y que viajaba a una velocidad de 14,4 kilómetros (9 millas) por segundo.
Según la NASA, explotó con una energía de impacto de alrededor de 2,8 kilotones, lo que lo convirtió en el asteroide más poderoso desde marzo de 2017. Sin embargo, la Organización Internacional de Meteoros dijo que la explosión pudo haber sido ligeramente más potente con alrededor de 3,2 kilotones.
Rusia, tiene bastantes avistamientos de meteoros en comparación con otros lugares. Esto incluye el famoso meteoro de Chelyabinsk en el año 2013, que dejó cientos de heridos cuando explotó. Se pensó que era un poco más grande que este último, de unos 20 metros (65 pies) de ancho.
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Este meteoro no fue rastreado antes de que ingresara a la atmósfera, un recordatorio oportuno de que sabemos muy poco sobre los desechos que ingresan a nuestra atmósfera. Un informe reciente de la NASA dijo que la agencia intensificará sus intentos para evitar que los asteroides peligrosos lleguen a la Tierra y se preparen para las consecuencias si lo hacen.
Probablemente no necesites recordar que un asteroide eliminó a los dinosaurios. Si un asteroide tan grande se dirigiera hacia nosotros, sería imperativo saberlo con bastante tiempo de anticipación para poder tratar de desviarlo, apartarlo o protegernos.