Se piensa que la Virgen María pasó sus últimos años en Jerusalén, aunque hay leyendas sobre su llegada a la ciudad de Éfeso, Turquía.
Los últimos años de María, madre de Jesús, son un misterio bíblico, pero hay dos teorías prominentes: que vivió en Jerusalén, o que tuvo que huir por la persecución de los primeros cristianos, estableciéndose con Juan el Evangelista en Éfeso, Turquía.
Se encuentran dos sitios arqueológicos sagrados importantes: la Iglesia del Sepulcro de María en Jerusalén y la Casa de la Virgen María en Éfeso. ¿Qué secretos esconden?
María en Jerusalén
En el Nuevo Testamento, Jesús designa a uno de sus discípulos para cuidar de ella. Lo hizo cuando estaba en la cruz:
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa. – Juan 19,26-27.
Expertos de la Biblia coinciden en que el discípulo que se encargó de cuidar a María fue Juan el Evangelista. El Libro de Hechos menciona que luego de la resurrección de Jesús, los apóstoles y María se reunieron en Jerusalén:
Los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén (…) Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. – Hechos 1,12-14.
Esto implica que luego de la resurrección y ascensión de Jesús, María vivió con los apóstoles en Jerusalén (aunque no menciona la cantidad de tiempo). También se dice que todos los días recorría el «camino de la cruz», rememorando el sacrificio de su hijo.
Antigua Iglesia del Sepulcro de María
En la actualidad, todavía se encuentra la antigua Iglesia del Sepulcro de María, a los pies del Monte de los Olivos. Es una iglesia cristiana ortodoxa oriental cuya tradición ha concluido que fue el lugar «donde fue puesto el cuerpo de María».
Fue construida en el siglo IV, y reconstruida por caballeros de las Cruzadas en el siglo XII. La leyenda dice que María murió dormida y su alma fue recibida por Jesús.
Su tumba fue encontrada vacía al tercer día, así que la historia dice que resucitó y subió a los Cielos, en la llamada «Asunción», un viaje en cuerpo y alma juntos. Uno de los más asombrosos misterios bíblicos.
La leyenda de María en Éfeso, Turquía
Éfeso, en Turquía, ha sido una ciudad costera importante en toda su historia. Epifanio de Salamina, en el siglo IV, fue el primero en reportar esa leyenda de María viviendo ahí.
Sí se sabe que Juan el Evangelista estuvo en Éfeso, y hay que recordar que él fue instruido por Jesús para que cuidara a su madre.
De hecho, ahí se encuentra la Casa de la Virgen María, una antigua capilla del siglo VI, construida sobre ruinas más antiguas. No obstante, no ha habido una buena investigación científica sobre esos restos.
Algo insólito es que la monja alemana, Ana Catalina Emmerick, tuvo una visión sobre esta capilla, sin nunca haberla visitado. Esta visión fue sorprendente (¿de origen divino?). En 1951, el Papa Pío XII proclamó la casa como «lugar santo», y ahora es un centro de peregrinación.
¿En cuál de las dos ciudades habrá pasado María sus últimos años? Sigue siendo un misterio bíblico. La leyenda de Éfeso tiene lógica, porque, cuando los primeros cristianos fueron perseguidos, Juan el Evangelista tuvo que haber huido junto con ella, ya que debió haber obedecido a Jesús.
Referencias: Aleteia / Ancient-Origins / TurkishArchaeoNews
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