El hallazgo de misteriosos sombreros cónicos, ha generado desconcierto dentro de la comunidad científica durante muchos años. ¿Cuál es el secreto detrás de ellos?
Durante décadas de descubrimientos, los expertos han aprendido que algunos dioses de las culturas antiguas usaban sombreros cónicos.
El dios azteca Quetzalcóatl era representado con un sombrero cónico cuando tomaba la forma de Ehécatl, el dios del viento. De la misma forma, los dioses sumerios también fueron representados usándolos.
Por otro lado, aunque los conos fueron relativamente comunes en el arte egipcio durante más de mil años, su propósito y su existencia habían sido un misterio.
Hombres y mujeres aparecen con adornos cónicos y objetos puntiagudos en representaciones artísticas en papiros o sarcófagos de 3.300 años, mientras participan en banquetes reales y rituales divinos. Recientemente se han descubierto en los cementerios de Amarna, una ciudad del antiguo Egipto cuyos templos fueron erigidos por Akenatón.
Los sombreros cónicos también fueron registrados por muchas civilizaciones indoeuropeas. Algunos expertos creen, que los sombreros cónicos de oro encontrados hace siglos pudieron ser utilizados como objetos ceremoniales o para rituales.
Otros aseguran que son una prueba de algún conocimiento astronómico avanzado y desconocido, que se desarrolló durante la Edad de Bronce. Pero en cualquiera de los dos casos, existen interrogantes muy importantes que los historiadores no han podido descifrar:
¿A quiénes adoraban? O ¿Cuál era el conocimiento astronómico avanzado en la Edad de Bronce? ¿Cómo lo adquirieron?
El hallazgo de los sombreros cónicos
El hallazgo de los sombreros fue, cuanto menos, curioso. Durante excavaciones encontraron un objeto enterrado que entorpecía el trabajo. El mismo fue desenterrado, cortado y desechado.
Cuando comenzaron las lluvias, el agua «limpió» las piezas. Fue así que se dieron cuenta, que las piezas eran de oro puro.
El que fungía como director de colección de prehistoria y de historia temprana del Germanisches National Museum para la época, Greg Rashke, fue quien calificó correctamente los fragmentos, basándose en los adornos circulares grabados en ella.
Las piezas cortadas eran láminas de oro de 280 gramos. Al estudiar la zona se encontraron otros fragmentos de 30 gramos junto a dos círculos de bronce.
El análisis final demostró que estos fueron parte del refuerzo del ala de un sombrero. Este era el «Sombrero de oro de Schifferstadt», el primero que se encontró en 1835, en Schifferstadt, Alemania. Este sombrero fue datado hasta el 1400 o 1300 a. C.
El segundo es el «Cono de oro de Avanton», el cual está incompleto. Se encontró en Avanton, Francia, en el año 1844. Su datación es del 1000 al 900 a. C.
El tercero se le conoce como «El cono de oro de Ezelsdorf-Buch», su datación es la misma que el encontrado en Avanton y se descubrió en Ezelsdorf, Alemania, en 1953.
Este es el sombrero de mayor tamaño hasta la fecha, midiendo 90 centímetros.
El último, el «Sombrero de oro de Berlín», tiene una discordancia sobre el lugar de su hallazgo; algunos cree que su origen es suizo, otros creen que es de Suabia. Lo único claro es que data del 1000 o 800 a. C.
Lo que más sorprende de los sombreros, es la similitud que existen entre ellos; tanto en su forma y los símbolos que los adornan. Además se concluyó que los 4 sombreros fueron hechos a partir de una sola pieza de oro.
Las teorías sobre el misterio
Existen varias teorías alrededor de estas misteriosas piezas. Una de ella señala que los «reyes-sacerdotes», o Dioses del Tiempo, usaban estos sombreros ya que poseían poderes sobrenaturales.
Esto les permitía comunicarse entre sí y predecir el tiempo idóneo para cosechar.
Otra hipótesis sugiere que representan una corona cónica, que usaban los dioses de la región del Cercano Oriente.
Pero la teoría que más ha llamado la atención es la de los calendarios astronómicos.
Cada sombrero, tiene de 10 a 20 zonas repletas de un número diferente de símbolos. La cantidad de círculos de cada símbolo, y el número de símbolos de una o más a zonas, se multiplican en un primer paso. El resultado significa un número de días.
Este número de días se comparó con otros ciclos astronómicos. Por ejemplo, con el mes sinódico o el año tropical.
Estudios científicos han revelado que los 1.739 símbolos del sol y media luna que se encuentran en todo los sombreros son un código científico que no se ha podido descifrar.
Este podría ser semejante al ciclo de 18,67 conocido como «Ciclo metónico» que recibe su nombre gracias al matemático, astrónomo, geómetra e ingeniero griego, Metón.
Aunque existe un problema; el hallazgo de Metón fue de 500 años después de que se fabricaran los sombreros cónicos.
Además, en otras regiones de la Europa prehistórica también se encontraron sombreros cónicos similares en los siglos XVII y XVIII.
El misterio de estos sombreros continúa vigente y la comunidad científica sigue debatiendo sobre sus orígenes o significado ¿Por qué se han encontrado en casi toda la Europa prehistórica? ¿Se trataba de un sistema astronómico? ¿Podían comunicarse los dioses a través de él?
Referencias: Jaunting Jen/Ancient pages/The Telegraph
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