En un remoto desierto de China, fueron encontrados algunos cuerpos de personas que no parecían ser de ese lugar. Estos capturaron la atención de muchos y sobre todo, la controversia. Al principio, se pensó que estos eran cadáveres vikingos, pero más tarde descartaron esta procedencia.
El misterio de las momias
Dos investigadores interesados por los hechos, decidieron ir hasta el museo para ver de qué se trataban estos cadáveres. Se sorprendieron al ver la apatía de un par de personas de seguridad que se encontraban en este lugar.
Les dijeron claramente que solo podían tomar fotos, pero no debían tener ningún acercamiento a alguna momia. Quedaron muy decepcionados cuando al llegar al sitio, solo encontraron una supuesta momia caucásica, que por cierto, no tenía cabeza siquiera. Pensaron que esto había sido con la finalidad de que no pudieran tomar fotos de aquella momia.
La polémica de los caucásicos encontrados
Transcurriendo el mes de septiembre de 1985 un grupo de 113 cuerpos caucásicos fueron hallados en el desierto chino Taklamakán. Este hecho avivó la polémica y la incertidumbre en muchos espectadores. Empezaron a tener dudas sobre qué hacían exactamente unas momias con rasgos caucásicos en un desierto en China.
Una vez que estudiaron las momias, los expertos pudieron encontrar una serie de rasgos que no eran comunes. Estas personas tenían una nariz angulosa, piel blanca, pómulos altos, ojos hundidos, cabellos claros, y por lo general, estos estaban trenzados o simplemente recogidos.
Estas particularidades de los cuerpos, los llevó a la conclusión de que su procedencia natal no era China. Al principio se pensó que eran celtas o vikingos, no solo por cómo se conservaban los cuerpos, sino también por sus rasgos.
¿Cómo pudieron conservarse en tan buen estado?
Después de haber encontrado los cuerpos en el pequeño cementerio del desierto, los investigadores pudieron darse cuenta que se conservaban gracias al nivel de salinidad. Este factor fue fundamental para que pudieran realizar pruebas de ADN y verificar la procedencia de estas antiguas momias.
Estudian las momias
En el año 2007 los investigadores Spencer Weller y Felix Jin del Proyecto Genoma, tomaron la iniciativa de indagar a mayor profundidad estos cuerpos. Aunque ya habían pasado alrededor de 4.000 años, estas momias todavía se encontraban en muy buen estado.
De esta antigua civilización no se pudo hallar ningún escrito ni construcción, que pudiera permitir sacar alguna conclusión del misterio de su procedencia. Sin embargo, por lo menos contaron con algunos utensilios pertenecientes a los cadáveres, como pieles, botas, lanas, y unos pequeños sacos que contenían granos.
Gracias a estas pertenencias encontradas en los cuerpos, se llegó a la posible conclusión de que provenían de Europa occidental. Pero actualmente se desconoce por completo, que hacían en este desértico lugar, llevando una vida tan dura.
¿Cómo podían sobrevivir en el desierto?
Esta es una de las incógnitas que envuelve el hecho de que estas momias vivieran en un árido desierto. Sin embargo, los especialistas opinan que en aquel tiempo, gracias al deshielo de los glaciares era posible el desarrollo de la agricultura. Y posiblemente de la ganadería también.
Aunque verdaderamente nunca dejó de ser árido, al menos podían tener algunas condiciones favorables para subsistir. Un arqueólogo chino, dijo que las condiciones de vida eran duras en aquel momento, por lo menos era posible tener lo necesario en aquel lugar. Actualmente este sitio se encuentra inhabitable.
Una momia particular
Al estudiar una de las momias, pudieron darse cuenta de lo difícil que tal vez pudo resultar el día a día para aquellas personas. Los investigadores le pusieron por nombre: «La bella loulan». Esta medía alrededor de 1.55 metros de altura, y su cabello estaba lleno de liendres y piojos.
Luego de estudiar este particular cadáver, se dieron cuenta que esta mujer tenía una gran cantidad de polvo y humo alojado en sus pulmones. Lo que dejó ver, que tal vez esta comunidad de extranjeros tuvo que luchar día a día contra los males del desierto que había en aquel lugar.
Las momias que desataron la polémica
Se cree que estas momias habían sido descubiertas tiempo antes de hacerlo noticia pública. Uno de los motivos que tal vez tuvieron las autoridades chinas de mantenerlo en secreto, es que podría cuestionarse el pasado Xinjiang.
Recientemente, un grupo internacional de científicos analizó los datos genómicos de trece de estas primeras momias de la cuenca del Tarim, fechadas entre el 2.100 y el 1.700 a. C, así como de cinco individuos datados entre el 3.000 y el 2.800 a. C de la vecina cuenca de Zungaria.
Las pruebas de ADN mostraron que se trataba de descendientes directos de antiguos habitantes del norte de Eurasia, que había desaparecido en gran parte al final de la última Edad de Hielo.
«Encontramos pruebas sólidas de que en realidad representan una población muy aislada genéticamente», indicó a CNN Christina Warinner, profesora asociada de antropología en la Universidad de Harvard y autora del estudio.
Aunque estaban separados genéticamente de los moradores de la región, culturalmente, ya habían adoptado las prácticas de pastoreo de ganado, cabras y ovejas, y de cultivo de trigo, cebada y mijo de sus «vecinos». Sin embargo, también desarrollaron elementos culturales únicos, que no fueron compartidos por otros grupos. Además, no hubo signos de mezcla (tener descendencia con otros grupos).
Durante años, las momias caucásicas halladas en China han generado gran polémica en la comunidad científica internacional debido a sus rasgos occidentales, sus ropajes inusuales y su dieta. Sin grandes armas ni marcadas diferencias de estatus en sus tumbas, estaban reclinadas y envueltas en capas de lana con sombreros y las botas hasta los tobillos forrados de piel, sin textos escritos con los que se pudiera desentrañar el misterio de por qué llegaron a establecerse en este lejano paraje.
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