Nikola Tesla, un genio al que han intentado hacer que la historia lo olvide, pero cuyos inventos y visión humanista por ayudar al mundo, se niega a morir.
Tesla nació en Smiljan, Imperio austríaco, región ocupada actualmente por Croacia. Sin duda alguna y, a pesar de lo que muchos quieran decir, fue uno de los inventores más importantes de la historia.
Su obra principal, la corriente alterna, fue la que posibilitó que se transmitiera electricidad a distancias enormes. Además también cuenta con la invención del motor eléctrico que se basa en corriente alterna, el cual, décadas después, ayuda actualmente a batallar contra la contaminación.
Nikola Tesla, los comienzos del genio
Tesla estudió ingeniería, lo que compaginaba con su pasión por la lectura. También estudió matemáticas avanzadas de la época. Dominaba perfectamente 8 idiomas y su imaginación siempre lo llevaba a pensar cómo mejorar las cosas.
Cuando comenzó a trabajar en la filial de Edison Co. en París, rápidamente recibió una carta de recomendación para trabajar codo a codo junto a su ídolo, Thomas Edison en las instalaciones principales de la empresa, en Nueva York.
Edison era un visionario, emprendedor y empresario que estaba ganando una enorme cantidad de dinero con la corriente continua, la cual necesitaba de la construcción de grandes generadores para poder transmitir.
Para conseguir que la electricidad continuara transmitiendo sin necesidad de los generadores, Tesla se esmeró durante meses hasta que conversó con Edison sobre la corriente alterna.
Sin embargo, el CEO de Edison Co. no supo apreciar lo que tenía delante de él y dijo que no era viable. Este fue un duro golpe para Tesla, quién tenía su invención totalmente clara. Por esa razón decidió alejarse del entorno de Edison.
Los inventos de Tesla y el robo de patentes
La corriente alterna fue la bandera principal de Nikola Tesla. Básicamente, su invento permitió que se transmitiera energía a mayores distancias, eliminando totalmente los generadores gigantescos de corriente continua de Thomas Edison.
Esto no solo ayudó a que millones de hogares en todo el mundo pudieran contar con electricidad, sino que influyó en el sector industrial, ya que pudieron construirse hidroeléctricas, como la que se construyó en las cataratas del Niágara, aumentando la «potencia» de la energía que se llevarían a esos sectores lejanos.
También fue el inventor del motor eléctrico que funciona mediante la corriente alterna. Nikola Tesla tenía una visión futurista y sabía que, en el futuro, el combustible fósil poco a poco dejaría de ser viable para la sociedad.
Asimismo había diseñado planos sobre prototipos relacionados con los celulares, el internet e, inclusive, del WiFi. De una manera bastante prematura, pero en su visión ya se encontraba patentada.
Todo lo que estaba consiguiendo Tesla no gustó al que, en otrora, fuera su ídolo, Edison. Thomas era un hombre de negocios. Compró acciones en muchas compañías que registraron miles de patentes en su nombre.
A pesar de ser, posiblemente, el inventor más influyente de la historia, desarrolló una cuasi obsesión con Tesla, al punto de querer hundirlo.
Estaba robando su trabajo, sus descubrimientos y patentándolos bajo su nombre antes de que Tesla pudiera hacerlo.
Existen varias pruebas de ello, de hecho, la radio es una prueba de como Tesla no pudo mantener las patentes a su nombre. De acuerdo a la Asociación Nacional de Luz Eléctrica, el inventor demostró ser el responsable de los comienzos de la radio, en 1893 y lo patentó 4 años más tarde.
Sin embargo, su patente se revocaría en 1904 y se le concedió a Guglielmo Marconi. La Corte Suprema en 1943, le devolvió la patente a Tesla, pero él fallecería ese mismo año, por lo que no recibió ningún beneficio económico.
El genio humanista
Uno de los sueños del inventor era poder llevar energía eléctrica a todo el mundo sin el uso de cables.
Quería que, sin importar en qué parte del planeta estuviera o la clase social que tuviera la persona, pudiera contar con energía, pues sabía que la electricidad podría cambiarles la vida.
Fue gracias a ello que se pueden preservar mejor los alimentos, calentar el agua en los inviernos más fríos y, sobretodo, poder disfrutar de una comodidad mucho más segura durante las noches oscuras.
Tesla había entendido perfectamente qué camino estaba siguiendo nuestro mundo y se enfocaba en la necesidad de encontrar nuevas fuentes de energía renovable, donde ya incluía al Sol y la energía eólica.
De igual manera, estaba convencido que las energías fósiles, finitas y contaminantes nos pasarían factura más temprano que tarde.
A pesar de que su proyecto de energía gratuita y limpia no prosperó debido a los intereses económicos de cientos de personas, es claro que Nikola Tesla era un humanista que anteponía el bien común al propio. Siempre con la visión de hacer el mundo un lugar mejor.
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