El gobierno de Nueva Zelanda prohibió a los turistas nadar con delfines nariz de botella en la Bahía de las Islas, en un intento de salvar y proteger a esta especie que han disminuido en un 66% desde 1990.
Esta es solo una de varias protecciones anunciadas por el Departamento de Conservación (DOC) la semana pasada. Las nuevas reglas de permisos entraron en vigencia el 1 de julio de 2019 y se aplican a todos los operadores comerciales activos en el área.
Además de prohibir nadar con delfines nariz de botella, las restricciones de permisos requieren que se restrinja el tiempo de visualización e interacción a un máximo de 20 minutos por viaje y limiten las ubicaciones para estas actividades cerrando áreas alrededor de Tapeka Point y la isla Roberton.
Además, el Departamento requiere que los operadores restrinjan la visualización a la mañana o la tarde, pero no a ambos para garantizar que haya un período de tiempo significativo en el que no puedan tener lugar interacciones entre humanos y delfines.
¿Por qué tomaron esta medida?
Las decisiones se tomaron después de varias investigaciones que muestran que una interacción excesiva entre humanos y delfines puede influir en el comportamiento de descanso y alimentación de este último. Un estudio, publicado en Endangered Species Research en 2010, por ejemplo, descubrió que nadar demasiado cerca y / o tocar delfines nariz de botella es extremadamente estresante para los animales y podría causar problemas psicológicos que les impiden descansar, alimentarse y alimentar a sus crías.
Las actualizaciones de los permisos también se producen luego de que la investigación encontró una tasa de mortalidad del 75% de las crías en las poblaciones locales. Eso, dicen, no es solo el más alto reportado en Nueva Zelanda, sino el más alto visto internacionalmente o en cautiverio. Además, la cantidad de delfines en la Bahía de las Islas ha disminuido drásticamente (66%) desde 1999; ahora hay un grupo central de solo 19 individuos que visitan las islas con frecuencia.
La inteligencia de estos animalitos y su naturaleza increíblemente social, lo convierte en una atracción popular para los turistas, y «nadar con delfines» es una actividad obligada en muchas listas de deseos.
Como el Departamento de Conservación lo pone en su comunicado de prensa, la gente «ama demasiado a los delfines». Esto no solo puede alentar prácticas inhumanas, por ejemplo delfines en cautiverio a quienes se les extraen los dientes, sino que también puede causar un trauma a los animales involucrados.
Con suerte, estas nuevas regulaciones permitirán que los delfines vivan en paz.