La sociedad organizada necesita leyes para poder subsistir y encaminarse a un mejor nivel de vida. Desde los mismos orígenes del hombre sobre la Tierra, ha sido de vital importancia implementar normas que regulen la conducta de cada individuo. Una de las primeras estructuras legales de las que se tiene constancia es el famoso código de Hammurabi.
Qué es el código de Hammurabi
El Código de Hammurabi es una recopilación de leyes antiguas creadas y establecidas por el rey babilonio Hammurabi en el año 1728 antes de Cristo. Se considera que es el cuerpo de leyes jurídicas más antiguo que haya sido creado por el hombre. Actualmente se le conserva y exhibe en el museo parisino de Le Louvre.
El código fue escrito en acadio, un idioma común y fácil de leer para cualquier ciudadano alfabetizado de aquel tiempo. El rey Hammurabi ordenó que se colocara una estela de piedra con el texto grabado en la plaza de cada ciudad. De esa manera todo el pueblo podría conocer no solo a su rey, sino también sus leyes y castigos.
Cada estela de diorita tiene un tamaño de 2,25 metros de altura, y unos 50 cm en su zona más ancha. En la parte superior de la estela está representado el rey Hammurabi recibiendo el cuerpo de leyes de parte del dios principal Shamash. Seguidamente, un total de 282 leyes enumeradas que rigen casi todo aspecto del a vida cotidiana.
Características del código de Hammurabi
Una de las características más destacables del código de Hammurabi es que en sus leyes se pueden ver aplicaciones de la Ley de Talión. Este no es más que un principio jurídico que establece la reciprocidad y equivalencia entre el mal cometido y el castigo para compensarlo.
Además, todas las leyes del código de Hammurabi comienzan con la partícula condicional ‘si’, para luego describir la conducta delictiva y finalmente imponer un castigo. Asimismo, es uno de los primeros códigos legales donde se establece el principio de presunción inocencia, dándole al acusado la oportunidad de probar su inocencia.
¿Inspiración divina o genialidad humana?
Como pasa con la mayoría de las leyes establecidas en los pueblos de la antigüedad, al código de Hammurabi se le atribuye un origen divino.
Según Hammurabi, estos códigos le fueron revelados a través de un sueño por el dios sumerio Shamash (Utu para los sumerios y Marduk para los babilonios). Incluso, se representa una imagen tallada en lo alto de la estela, donde aparece el dios Shamash, dios de la Justicia.
Los acadios y babilonios consideraban a Shamash hijo de Anu, o en otras ocasiones de Enlil. En el período acadio era, junto con Sin e Ishtar, miembro de la «Tríada de dioses con relaciones celestes». Se le representaba con un disco solar de ocho puntas o mediante una figura masculina de cuyos hombros emanaban llamas; en época posterior, su símbolo también fue la balanza.
Las primeras leyes del mundo antiguo
Antes del Código de Hammurabi, la administración de justicia recaía en los sacerdotes, quienes luego pierden este poder. De igual modo, el código, consiguió unificar criterios, evitando la excesiva subjetividad de cada juez.
Por otro lado, el rey indicó que recibió de los dioses el encargo de proporcionar a sus súbditos las normas que les permitirían ganarse su aprobación. Al sumergir todas las leyes en esta ‘esencia divina’, aumentaba el respeto y el temor en el corazón de cada uno de los ciudadanos del imperio. No solo obedecerían las leyes por temor al castigo, sino también para darle adoración a sus dioses y ganarse su favor. Asimismo, el cumplimiento de las leyes estaría respaldado por el apoyo divino, de tal manera que no se dejaría impune a ningún malhechor.
Un cuerpo legal para unir a todo el imperio
En total, este cuerpo de normas cotidianas tiene unas 282 leyes enumeradas y fijan diversas reglas de conducta para el ciudadano común. Entre otros aspectos, establecen la jerarquización de la sociedad, los precios y salarios, la responsabilidad profesional y el funcionamiento judicial.
Además, se trata asuntos como el robo y daño de propiedades, la actividad agrícola, los derechos de la mujer, los menores y los esclavos, así como también el homicidio, la muerte y las lesiones. En ellas, incluso está incluido el famoso «Ojo por ojo». Como el código estaba expuesto a vista de todos, nadie podía alegar como pretexto o justificación el desconocimiento de las leyes.
Al implementar este tipo de estructura legal en todo su imperio, el rey Hammurabi pretendía homogeneizar jurídicamente su reino. De esa manera sería mucho más fácil controlar a la población e imponer su autoridad en todo ámbito de la vida diaria. Un aspecto que contribuyó a ello fue atribuirle un origen divino a este código legal.
Para muchos historiadores, el código de Hammurabi conforma el primer intento humano de establecer leyes dentro de la sociedad. Con ellas se buscaba proteger la unidad y la paz del imperio. Sin embargo cabe reconocer que su origen es un poco enigmático, ya que el mismo rey reconoció que fueron dadas por un «ser superior o dios». ¿Esta epifanía de Hammurabi sería una auténtica revelación divina o una manera de consolidar su autoridad como rey? Juzguen ustedes.
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