Ptah se consideraba el creador del universo y la Tierra, «el que daba vida» en el antiguo Egipto. Un «maestro constructor» de nuestra realidad.
Ptah es representado como un hombre verde momificado envuelto en un sudario y con un casco en su cabeza. En sus manos porta el poderoso cetro Uas. Él fue lo primero que surgió del caos primordial; surgió por su propio pensamiento y con su mismo pensamiento creó a dioses primigenios como Atum, Isis y Osiris.
El nombre de «Egipto» lleva su nombre en él: Egi-PTAH… Así de importante fue para los habitantes del Nilo. Menfis fue la antigua capital del célebre reino y Ptah fue su patrono, donde su culto se resaltó.
Ptah: dios creador en Menfis, Egipto
Para los sacerdotes de Menfis, Ptah fue lo primero que se originó de las aguas primordiales del caos o del abismo. Esto sale escrito en el Mito de la Creación de Menfis del año 700 a. C. En esa capital egipcia estaba su Templo del Ka de Ptah o Templo del Alma de Ptah.
Esta deidad se ve en grabados portando el cetro Uas, el cual tenía incrustado el Anj, la cruz egipcia y el pilar Dyed… Todos poderosos y energéticos. El Uas era el poder, el Anj, la vida y el Dyed, la estabilidad.
Se dice que su pensamiento y palabra tenía un poder asombroso para crear cualquier cosa: diseñaba con su pensamiento y lo hacía material a través de su palabra mágica. Esto aparece inscrito en la Piedra de Shabaka, del faraón Shabaka de la Dinastía 25 (744–656 a. C.). Su habilidad creadora lo hizo convertirse en patrón de los constructores, albañiles y artesanos. De hecho, el arquitecto y sacerdote Imhotep afirmaba ser su descendiente.
Dios omnipresente y creador de los dioses
Ptah se creó a sí mismo al pensarlo y luego formó la Tierra, separada de las aguas del abismo. Por eso también es denominado dios de la tierra. Luego creó la naturaleza, las plantas y animales. La Teología de Menfis dice:
A través del corazón y de la lengua algo se desarrolló a imagen de Atum.
Y grande e importante es Ptah,
que dio vida a todos los dioses y a sus kas también
a través de este corazón y esta lengua
a través del cual florus y Thoth se convirtieron en Ptah.
Se ha desarrollado que el corazón y la lengua tienen el control de todas las extremidades,
mostrando que es preeminente en cada cuerpo y en cada boca…
de todos los dioses, y todas las personas, todos los animales, y todas las cosas que se arrastran y viven…
planeando y gobernando todo lo que desea.
Ese asombroso texto nos estipula que Ptah es omnipresente, presente en todas las formas y objetos, incluyendo formas de vida y hasta en nuestras extremidades como brazos y piernas… ¡Él maneja todo!
Entres sus creaciones están nueve divinidades egipcias principales, los dioses de la Enéada de Heliópolis: Atum, dios solar poderoso, Shu, dios del aire y sostén del cielo, Tefnut (la humedad), Nut (el cielo), Geb (la tierra), Osiris (dios de los muertos), Isis (la Luna y la magia), Set (el caos, las tormentas) y Neftis (la oscuridad).
A partir de ahí, empieza la historia mitológica más conocida, con dioses como Isis, Osiris y Set. Pero Ptah fue un dios egipcio primordial y es impresionante cómo su pensamiento tenía ese poder de crear materia y cómo él estaría presente en todas las formas y objetos de la naturaleza.
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