Karma, una palabra sánscrita que se traduce aproximadamente como «acción», es un concepto central en algunas religiones orientales, como el hinduismo y el budismo.
Aunque sus detalles son diferentes según la religión, el karma generalmente denota el ciclo de causa y efecto: cada acción que una persona tome le afectará en algún momento en el futuro. Esta regla también se aplica a los pensamientos y palabras de una persona, y las acciones que otras personas toman bajo las instrucciones de esa persona.
Actualmente, las personas usan la palabra karma de maneras inconsecuentes con su significado tradicional. Por ejemplo, el karma a menudo se usa incorrectamente para denotar suerte, o destino. El karma también se usa mal como una forma de explicar las dificultades repentinas.
Con karma, al igual que las causas producen efectos similares; es decir, una buena acción dará lugar a un efecto beneficioso en el futuro, mientras que una mala acción dará lugar a un efecto perjudicial en el futuro.
El Karma se preocupa no solo por la relación entre las acciones y las consecuencias, sino también por las razones morales o las intenciones detrás de las acciones, según un artículo de 1988 en la revista Philosophy East and West. Por lo tanto, si alguien comete una buena acción por los motivos equivocados, por ejemplo, hacer una donación de caridad para impresionar a un potencial interés amoroso, la acción podría ser inmoral y producir un mal karma.
Es importante destacar que el karma está envuelto con el concepto de reencarnación o renacimiento, en el que una persona nace en un nuevo cuerpo después de la muerte. Por lo tanto, los efectos de una acción pueden ser visitados en una persona en una vida futura, y la buena o la mala fortuna que alguien experimenta puede ser el resultado de acciones realizadas en vidas pasadas.
Lo que es más, la suma kármica de una persona decidirá la forma que tomará en la próxima vida.
Tipos de karma
Tradicionalmente, el karma se ha separado en tres tipos diferentes de respuestas, que son las siguientes:
1. Prarabdha karma: Karma de manifestación emocional= Karma automático que se recibe y se percibe de manera instantánea, como cuando hacemos algo que nos hace sentir útiles o desdichados.
2. Sanchita karma: Karma de manifestación mental= Este karma está en nuestra mente y se refiere a los recuerdos, sean negativos o positivos, sobre algo que hicimos y no podemos dejar de pensar.
3. Agami karma: Karma de manifestación física= Los efectos en el futuro debido a nuestras reacciones actuales y que viviremos en el fluir de nuestra vida.
Cómo mejorar nuestra respuesta kármica
¿Cómo podemos mejorar nuestra vida si siempre estamos recibiendo las respuestas de nuestras malas decisiones anteriores? Conociendo las reglas podemos cambiar la respuesta kármica. Para ello es importante conocer las leyes budistas para mejorar la respuesta kármica. Estas son:
1. Ley esencial: lo que haces, lo recibes.
2. Ley de creatividad: cada uno es el creador de las experiencias de su vida, visualiza tu mundo y toma la acción correcta.
3. Ley de humildad: ser agradecido permite evolucionar, nada es nuestro, todo le pertenece a la existencia.
4. Ley de la responsabilidad: todo lo que nos pasa es consecuencia de las propias acciones, pensamientos y sentimientos anteriores, ya sean del pasado o del presente.
5. Ley de conexión: todo está interconectado, cualquier cosa que se haga tiene efecto sobre los demás. Tratemos al otro como queremos ser tratados.
6. Ley de desarrollo: lo único permanente es el cambio, y el cambio es el crecimiento.
7. Ley de focalización: la forma de avanzar es paso a paso, la vista en la meta pero permaneciendo en el ahora.
8. Ley de la generosidad: para vivir una vida abundante es necesario ser generoso, lo que das, recibes.
9. Ley del presente: el pasado ya pasó y el futuro no llegó, centrarse en el ahora sin lamentarse o auto castigarse por lo que se está viviendo (manteniendo la ley de focalización).
10. Ley del cambio: no podemos cambiar la realidad que experimentamos tomando las mismas decisiones.
11. Ley de la paciencia: todo tiene un tiempo de evolución que hay que respetar. Los movimientos iniciados en el pasado deben agotarse.
12. Ley de la inspiración: hacer todo íntegramente poniendo cuerpo, mente y alma para lograr lo máximo disponible.
Por: Andrea González para MysteryScience.net