La devastadora erupción del Volcán de Fuego en Guatemala este domingo, que ha causado al menos la muerte de 70 personas y la evacuación de miles más, ha coincidido con la intensa actividad que viene registrando desde el 3 de mayo el volcán Kilauea en Hawai. Sin embargo, según especialistas del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los dos fenómenos no tienen relación alguna. Explican que es habitual que distintas actividades volcánicas coincidan en el tiempo.
“Los volcanes no están interrelacionados” señaló la vulcanóloga Janine Krippner, de la Universidad de Concord, en Virginia Occidental. “La erupción de uno no generará una similar en sus vecinos”, agregó.
Según Joan Martí, “las erupciones efusivas como la de Hawái tienen una duración mucho más larga (de semanas a meses o incluso años) que las explosivas (de pocos días a pocas semanas), como es el caso del volcán de Fuego en Guatemala“.
En cuanto al Kilauea, señala el especialista del IGME, ha entrado en erupción unas 54 veces durante el siglo XX y XXI, y está “científicamente” en erupción desde 1982. El archipiélago de Hawái corresponde a lo que los geólogos denominan como hot spot o punto caliente. Se trata de erupciones efusivas de magmas poco evolucionados y muy calientes y fluidos. “Esto genera lavas que pueden presentar distribuciones superficiales importantes y recorrer distancias de varias decenas de kilómetros”, expone Martí.
La erupción del volcán de Fuego sin embargo es de tipo explosivo. “Son magmas más evolucionados, muy ricos en gases, y más fríos y viscosos que en el caso de Hawái”, añade el experto del CSIC. De hecho, el volcán de Guatemala está ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, un área con una intensa actividad.
Para el geólogo David Rothery, la velocidad de las rocas y cenizas expulsadas por el volcán El Fuego y la falta de rutas de evacuación provocaron la tragedia equiparable a la erupción que hizo desaparecer la ciudad romana de Pompeya.
Volcanes activos
Además de estos dos volcanes, ahora mismo están en actividad eruptiva más de 10 en todo el mundo. Entre ellos el Merapi, el Dukono y el Agung en Indonesia, el Pitón de la Fournaise en la Isla de Reunión, cerca de Madagascar, el Sakurajima en Japón, el Ambae en Vanuatu, el Langila en Papúa Nueva Guinea, el Mayón en Filipinas, el Reventador en Ecuador y el Sabancaya en Perú. “La actividad es variada, aunque la mayoría son nubes de cenizas que no tienen alto impacto en la población y que por tanto tienen menos divulgación en los medios”, especifica la jefa de la Unidad de Las Palmas de Gran Canaria del IGME, Inés Galindo Jiménez.
La mayoría de los volcanes actualmente activos están en el Cinturón de Fuego del Pacífico, “en el que se concentran varias de las zonas de subducción (donde coinciden las placas tectónicas) más importantes del planeta, y en las que se localiza una intensa actividad sísmica y volcánica”, especifica Galindo. De hecho, en Guatemala también acaba de registrarse un terremoto de magnitud 5,2 debido a la erupción. “En 1773, la que era entonces capital guatemalteca, Antigua, fue devastada por un terremoto estimado de magnitud superior a 7 grados, lo que obligó a cambiar la ubicación de la capital a la ciudad de Asunción, la actual Ciudad de Guatemala”, recuerda Pérez.
El experto del IGME insiste en que todo el Cinturón del Pacífico está lleno de volcanes muy activos y de gran poder destructivo desde Norte América hasta Chile por la subducción, o sea, la coincidencia de distintas placas tectónicas. “Si me pregunta cuál va a ser el siguiente, no sabría decirle, candidatos hay muchos. Por suerte, no entran todos en erupción a la vez”, recalca.