Viracocha fue un dios celeste creador de la mitología preincaica de los Andes. Fue conocido como el «Hombre-sol», con energía entre sus manos.
Viracocha vino desde los cielos y apareció primero en el lago Titicaca. Se dice que era un ser cambiaforma, ya que pudo verse como una deidad abstracta y como un hombre blanco. Había creado una raza de gigantes, pero se tornaron muy destructivos y luego creó a la humanidad. Viajó por las tierras andinas impartiendo conocimiento, prometiendo regresar en el futuro.
También fue llamado Huiracocha o Wiracocha, que podría significar «el Sol del lago», debido a una mezcla de lenguas andinas. Fue conocido por las culturas preincaicas e inca. Se conoció como el «señor de los báculos», representado en la Puerta del Sol de Tiahuanaco.
Origen de Viracocha, un ser del «mundo de arriba»
Viracocha era la divinidad del Hanan Pacha o del «mundo de arriba». Su imaginería lo describe como el «Hombre-sol», apareciendo cuando la materia ya existía, solamente dedicándose a ordenarla. Surgió del lago Titicaca en un tiempo ancestral especialmente oscuro. La luz la habría formado él, para permitir la visión universal.
Recorrió Perú, Bolivia, Ecuador y Chile, impartiendo conocimiento y fundando ciudades. Entre las descripciones de su apariencia, el escritor y explorador español del siglo XVI, Pedro Sarmiento de Gamboa, dijo que era un hombre blanco, otro de los misteriosos dioses blancos de la América prehispánica:
Un hombre de mediana estatura, blanco y vestido con una túnica blanca, como un lazo asegurado a la cintura, y que llevaba un báculo y un libro en sus manos.
Dios creador de la humanidad
Se dice que Viracocha creó un primer mundo con gigantes llamados Chullpa, pero eran demasiado destructores, por lo que decidió exterminarlos con un diluvio.
En la segunda era, esta deidad creó a la humanidad a su semejanza. También formó el Sol, la Luna, las estrellas y los colocó en la bóveda celeste para alumbrar la oscuridad del mundo. Incluso pudo generar el tiempo, a partir del movimiento del Sol a través del cielo. Lo funesto fue que, la humanidad, trató mal al enviado terrestre de Viracocha, así que el dios de nuevo destruye a esta nueva civilización con fuego volcánico.
Solamente dejó dos sobrevivientes: Manco Capac, hijo de Inti y Mama Ocllo. Y les otorgó un enigmático aparato: un poderoso bastón de oro llamado “Tapac-Yauri”, para hundirlo en el lugar indicado. Así se habría fundado el imperio Inca, con la instauración de Cuzco.
Este dios antiguo está muy asociado a Puma Punku y Tiahuanaco. Puma Punku es parte del complejo monumental de Tiahuanaco, que posee construcciones grandiosas como templos, pirámides y portales arcanos con un carácter divino (ejemplos: la Puerta del Sol y la Puerta de la Luna).
Viracocha aparece en la Puerta del Sol, con su clásica figura del «señor de los báculos». Se piensa que representan rayos eléctricos, aunque también se les nota formas de serpiente. Así que podría representar la entrada de la energía o la sabiduría al mundo. Su especie de «casco» luminoso podría figurar su cualidad de dios solar.
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Viracocha es un dios andino muy antiguo, muy arcano y enigmático. Su figura se detecta desde hace más de 4.000 años. Fue un dios que habría viajado desde el cielo, también había prometido regresar, luego de su marcha hacia lugares desconocidos.
Referencias: HablemosDeCulturas / imagenesytextosselectos.blogspot.com.
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