Por primera vez los telescopios Hubble y Spritzer de la NASA han permitido analizar químicamente la composición de la atmósfera muy clara y profunda de este planeta, que da pistas sobre su posible origen y sobre la formación de mundos parecidos.
Aunque nuestro sistema no alberga ningún planeta de este tipo, sí son bastante comunes alrededor de otras estrellas. Los científicos, han logrado identificar la ‘huella digital química’ detallada del exoplaneta Gliese 3470 b, también conocido como GJ 3470 b, que orbita alrededor de una estrella enana roja y cuya masa es aproximadamente la mitad de la de nuestro Sol.
Situado a unos 100 años luz de distancia, el Gliese 3470 b es 12,6 veces más pesado que la Tierra, pero es menos masivo que el gigante de hielo azul Neptuno. El nuevo estudio reveló que tiene un gran núcleo rocoso rodeado de una atmósfera profunda y gruesa que consiste de hidrógeno y helio.
«Este es un gran descubrimiento desde la perspectiva de la formación del planeta. El planeta orbita muy cerca de la estrella y es mucho menos masivo que Júpiter pero ha logrado acumular la atmósfera primordial de hidrógeno y helio en gran parte ‘no contaminado’ por elementos más pesados. No tenemos nada como esto en el Sistema Solar, y eso es lo que lo hace sorprendente», dijo Bjorn Benneke, de la Universidad de Montreal en Canadá.
Afortunadamente, la atmósfera del planeta resultó ser clara, lo que permitió explorarla en detalle. «Por primera vez tenemos una firma espectroscópica de un mundo así», dijo Benneke, quien agregó que probablemente «debería llamarse ‘Supertierra’ o ‘Subneptuno’».
Un gran hallazgo
«Esperábamos una atmósfera fuertemente enriquecida con elementos más pesados, como el oxígeno y el carbono, que estuvieran formando vapor de agua y gas metano en abundancia, similar a lo que vemos en Neptuno. En cambio, encontramos una atmósfera que es tan pobre en elementos pesados que su composición se asemeja a la composición del Sol, rica en hidrógeno y helio», explicó Benneke.
Además, se cree que este planeta se habría formado justo en el lugar donde se encuentra hoy, a diferencia de otros exoplanetas, conocidos como Júpiteres calientes, que se forman lejos de sus estrellas y con el tiempo se van acercando a ellas.
Según Benneke, el Gliese 3470 b pudo haber nacido precariamente cerca de su estrella enana roja cuando esta era muy joven, al acumular hidrógeno de su disco de gas primordial, llamado disco protoplanetario. «Estamos viendo un objeto que fue capaz de acumular hidrógeno del disco protoplanetario pero que no se escapó para convertirse en un Júpiter caliente», indicó Benneke.
La investigación fue publicada en la revista Astronomy and Astrophysics.