El Anillo de Fuego o Cinturón de Fuego del Pacífico es la línea de falla más grande y activa del mundo, se extiende desde Nueva Zelanda, alrededor de la costa este de Asia, Canadá, EE. UU. y va hasta el extremo sur de América del Sur ocasionando más del 90 por ciento de los terremotos del mundo.
En esta zona se encuentran dos de las más grandes placas tectónicas de la Tierra. A lo largo de los años una serie de terremotos devastadores se han ocasionado en ella.
Según reportes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) en las últimos 48 horas en la zona del «Anillo de Fuego del Pacífico» se produjeron 70 temblores, 16 de ellos fueron «significativos» es decir, por encima de la magnitud 4.5.
El más fuerte fue de una magnitud de 8.2 que golpeó en el Océano Pacífico cerca de Fiji y Tonga, pero han habido muchos otros, incluyendo un terremoto de magnitud 4,5 en la isla indonesia de Lombok, y un poderoso terremoto de 7.3 que sacudió la costa noreste de Venezuela.
Temor por el «gran terremoto»
Los expertos han afirmado que California está a punto de sufrir un gran terremoto y que estos temblores masivos alrededor del Anillo de Fuego podrían ser una advertencia.
Debido a que la costa oeste de EE.UU. se encuentra dentro de esta zona sísmicamente activa, han crecido los temores de que se produzca inminentemente un terremoto de magnitud 9.0, que tendría lugar en la zona de subducción de Cascadia, podría atravesar California y la costa oeste en cuestión de minutos, provocando un tsunami y numerosas víctimas mortales.
Varios temblores de magnitud 7 han golpeado California en el siglo pasado, el más letal ocurrió en San Francisco en 1906, donde murieron 3.000 personas.
El último terremoto de Cascadia fue el 26 de enero de 1700, con una magnitud estimada de 8.7 a 9.2 e involucró a la placa Juan de Fuca, que va desde la mitad de la isla de Vancouver al sur a lo largo de la costa del noroeste del Pacífico hasta el norte de California. La duración de la ruptura de la falla fue de aproximadamente 620 millas y causó un tsunami que llegó a la costa de Japón.
«Lo que necesitan entender es que estamos presenciando un fenómeno global, y la sacudida en una parte del mundo puede tener enormes implicaciones para las personas que literalmente viven en el otro lado del planeta», declaró Richard Aster, profesor de geofísica de la Universidad Estatal de Colorado.
Por su parte, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de EE.UU. estimó que un gran terremoto en la falla de Cascadia causaría un tsunami que mataría más de 11.000 personas. El profesor Aster agrega que a pesar de algunos de los «preparativos contra terremotos más avanzados» del mundo, podría haber una gran devastación.
Tomen sus precauciones.