Los científicos han identificado con éxito una luna completamente nueva en órbita alrededor del gigante gaseoso Neptuno.
Llamada Hippocamp por una criatura marina de la mitología griega, la nueva luna fue descubierta en imágenes tomadas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA utilizando técnicas de procesamiento de imágenes de vanguardia.
Cuando la nave espacial Voyager 2 sobrevoló Neptuno en 1989, descubrió seis pequeñas lunas interiores que orbitan alrededor del planeta. Cada uno de ellas es muy pequeña y mucho más joven que Neptuno, probablemente se formaron poco después de que llegara la luna más grande del planeta llamada Tritón.
Pero una nueva investigación muestra que había otra luna, inadvertida y pequeña, flotando cerca del planeta. Eso lleva el número total de lunas alrededor de Neptuno a 14 y arroja nueva luz sobre el enorme planeta.
Con solo 34 km de diámetro, Hippocamp es la más pequeña de las lunas de Neptuno.
Formación
Los científicos creen que se formó a partir de los escombros producidos cuando un objeto golpeó a Proteus, otra de las lunas de Neptuno, como lo demuestra un gran cráter en su superficie.
«Proteus tiene un cráter inusualmente grande llamado Pharos, un signo revelador de que la luna podría haber escapado de la destrucción por impacto», escribió la astrónoma Anne J. Verbiscer.
«Al producirse este impacto, sin duda lanzó escombros a la órbita alrededor de Neptuno».
Descubrimiento
El nuevo descubrimiento revolucionario utilizó las últimas técnicas de procesamiento de imágenes del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, que permite a los astrónomos ver las lunas interiores a pesar de la velocidad a la que se lanzan alrededor de Neptuno. Cuando se tomó la primera fotografía que incluía Hippocamp en ella, en 2004, los científicos carecían de la capacidad de detectar un objeto tan pequeño que se movía tan rápido.
«Cambié mi programa para que en lugar de que se detuviera solo fuera del sistema de anillos procesara la información más allá, salí de mi computadora y esperé una hora mientras (el sistema) procesaba todos (los datos) por mí. Cuando regresé, observé la imagen y había una mancha que no se suponía que debía estar ahí», dijo Showalter.
Análisis posteriores verificaron que se trataba de una luna.
Se espera que el descubrimiento ayude a arrojar luz sobre cómo se formaron también las otras lunas de Neptuno.
Los astrónomos también proporcionan nuevos datos, incluyendo el tamaño y las estimaciones de órbita de todos los Lunas interiores por primera vez, en su investigación publicada en la revista Nature.