De ella se ha dicho que es la mascota de guerra más condecorada en la historia de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Aunque Smoky solo pesaba 2 kilos y tenía 20 centímetros de estatura, llegó a la fama como un héroe canino de la Segunda Guerra Mundial por sus actos valientes y sus cautivadores atributos.
Casi 50 años después de su muerte, el 11 de noviembre de 2005, se develó en su honor una escultura de bronce de tamaño real en Cleveland Metroparks en la reserva Rocky River de Lakewood, Ohio, Estados Unidos.
¿Qué hizo esta pequeña Yorshire Terrier para merecer este reconocimiento? Aquí está su historia.
Llega a manos de William «Bill» Wynne
El desarrollo de la Segunda Guerra Mundial llevó al soldado estadounidense William Wynne a Nueva Guinea cuando tenía 22 años de edad. En marzo de 1944, mientras estaba en Nazab, le ofreció dos libras australianas a un sargento a cambio de una perrita que habían encontrado en la selva. Wynne la llamó Smoky.
A partir de entonces comenzó a entrenarla para hacer peripecias y cantar. Wynne tocaba la armónica y la pequeña yorkshire aullaba. Se hicieron inseparables, dormían juntos y él la llevaba a sus misiones. Los dos sobrevivieron a 12 misiones de combate, 150 ataques aéreos y un tifón.
El efecto de Smoky en los enfermos
A Smoky se le otorga la distinción de ser la primera mascota que se ha usado en terapia de la que hay registro. Cuando Wynne contrajo la fiebre del Dengue, tuvo que pasar cinco noches en el hospital y su mascota estuvo con él todo el tiempo.
Cuando se recuperó lo suficiente como para caminar por las salas, las peripecias de Smoky les levantaba el ánimo a los heridos. Llegó a ser la preferida de todos y el efecto físico y emocional que tuvo en los soldados no pasó desapercibido.
Sin embargo, la contribución de Smoky que le valió un lugar en la fama de los perros militares ocurrió en enero de 1945 donde por su estatura resultó ser la solución a un problema.
En el momento era urgente establecer una red de comunicaciones, pero, ¿cómo extender un cableado atravesando la pista de la base sin llamar la atención del bando enemigo?
La hazaña
Había un conducto de desagüe de 70 pies de largo (21 metros) y 8 pulgadas de diámetro que pasaba por debajo de la pista, pero por dentro estaba cubierta de lodo hasta la mitad. Al no disponer del equipo apropiado, los hombres pusieron sus esperanzas en que esta diminuta perrita fuera la solución.
Wynne colocó a Smoky en un extremo del conducto y le ordenó que se echara. Le ataron al collar una cuerda a la que ataron el cable de comunicaciones. Luego Wynne se fue al otro extremo y comenzó a llamarla. Al principio Smoky dudó, pero al final pudo arrastrar el cable por el interior del conducto.
Se sintieron tan felices cuando Smoky salió con éxito por el otro lado que pasaron 5 minutos felicitándola. Gracias a la contribución de esta valiente perrita se estableció la red de comunicación.
El reconocimiento
Con su trabajo, Smoky evitó que se tuvieran que movilizar 250 soldados de la fuerza área y que hubiera que mantener activos 40 aviones de combate y reconocimiento para defender la base. Lo que hubiera sido necesario si los hombres se ponían a trabajar al aire libre para abrir una zanja.
Tomando en cuenta que el escenario fue la sangrienta Segunda Guerra Mundial, la misión que cumplió esta pequeña yorkshire, evitó que se expusiera a tantas personas y aeroplanos al peligro del bombardeo enemigo. En reconocimiento de su labor, Smoky fue condecorada con 8 medallas.
Otros reconocimientos para la valiente perrita
Wynne también le da el crédito a Smoky por haberle salvado la vida. Cuando estaban en un barco cerca de Filipinas y bajo ataque aéreo enemigo, Smoky guio a Wynne para que esquivara el proyectil que alcanzó a 8 hombres que estaban cerca de él.
Al final de la guerra, Wynne y Smoky continuaron visitando los hospitales para ayudar a que los soldados se recuperaran y regresaran a casa. Smoky murió mientras dormía el 21 de febrero de 1957 aproximadamente a los 14 años.
También puede interesarte: Científicos prueban que los perros entienden las palabras mejor de lo que sospechábamos.
Como se explicó anteriormente, se ha levantado un monumento en su honor donde se puede leer en inglés: «A Smoky, el Yorkie ayudante y a los perros de todas las guerras».
Una publicación de Mystery Science. Todos los derechos reservados. – Está expresamente prohibida la redistribución y redifusión de este contenido sin previo consentimiento.