De acuerdo a la ciencia convencional, no es posible viajar la velocidad de la luz o superarla. Sin embargo, en el mundo de la ficción sí que ha sido posible, y muchas veces.
Existen muchas películas de culto, o series, que nos presentan a humanos viajando a lugares reconditos del universo, a la velocidad de la luz; sin embargo, pocos son los filmes que logran sorprendernos. Es posible que ya estés pensando en más de uno.
Si viajar a la velocidad de la luz es considerado imposible para la ciencia, ahora piensen en viajar más rápido que la luz.
Bueno, es complicado; sin embargo, ahora un cortometraje muy bien logrado nos da una idea de cómo sería.
El nuevo corto denominado «FTL» (Faster Than Light), escrito y dirigido por Adam Stern, narra la historia de un astronauta llamado Kane que se encuentra a bordo de la nave Longshot, que tiene la increíble capacidad de trazar 225 millones de kilómetros en solo 3 minutos, es decir llegar a Marte en ese tiempo.
El corto nos muestra como la nave llega a Marte en tan solo unos minutos, y nos hace recordar a Star Trek en algunas ocasiones. Sin embargo, los problemas surgen en el regreso, y ocurre algo que nadie esperaba.
Este sensacional corto ya ha ganado varios premios en varios festivales alrededor del mundo, y principalmente por sus buenos efectos visuales. También ha sido criticado por la historia, que tiene un alto grado de factor emocional.
Los científicos tampoco se han quedado atrás, y han criticado la película. Roger Rassool, físico de la Universidad de Melbourne, dijo en una declaración que es imposible viajar a la velocidad de la luz.
Rassool agregó:
A medida que los objetos viajan más rápido, su masa crece y mientras más masa tienen, más difícil es lograr la aceleración. Por lo que nunca podrán llegar a la velocidad de la luz”
Sin embargo, los amantes de la ciencia ficción estarán más que felices con este reciente material. Míralo a continuación, y coméntanos qué te pareció.
Este artículo fue publicado anteriormente en CodigoOculto.com y ha sido publicado nuevamente en MysteryScience.net con permiso.
Autor: Fernando T.